Esta historia de intento de abuso sexual sucedió en noviembre de 2016, pero Renata Sandoval Zárate decidió contarla apenas el pasado 4 de noviembre, por miedo a ser juzgada por la sociedad. Ella es estudiante de Medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara —que a diferencia de otras universidades autónomas de México, esta escuela es en realidad privada—.
Todo comenzó en una salida a un bar de Zapopan después de clases. Renata y sus compañeros decidieron ir esa noche de noviembre de 2016 al Barezzito. Entre sus amigos —o al menos eso pensaba antes del abuso— se encontraban Mónica Coral (la presunta cómplice), Aaron Fabián (el presunto violador y el estudiante de Medicina con mejor promedio 2018 de la UAG), Carolina Leonardi y otro compañero de clase.
Al llegar pidieron algunas bebidas y luego Mónica propuso a Renata y Caro que se fueran a tomar fotos al baño. Mientras ellas estaban en los sanitarios, Aaron aprovechó para poner droga en la bebida de Renata, una droga que la haría perder el conocimiento y así aprovecharía para abusar sexualmente de ella.
Cuando regresaron, tanto Mónica como Aaron insistían a Renata que tomara su vaso. Sin embargo, Renata no tenía muchas ganas de beber. Fue tanta la insistencia de Aaron, que finalmente Renata tomó unos cuantos tragos. Al poco rato ella comenzó a sentir mucho calor, tanto, que tenía hasta ganas de desnudarse:
Nunca antes había experimentado, sensación que nunca había tenido al consumir alcohol, me quemaba mi cabello en la espalda, el vestido me parecía insoportable.
Comencé a sentirme bastante desorientada. Tenía necesidad hasta de arrancarme la ropa de tanto calor que sentía, me recogí el cabello, hice lo que pude en ese momento que creí me haría sentir mejor.
Fue en ese momento en que Renata le dijo a su amiga —y “ángel de la guarda”, como ella le llama— Carolina que pidieran un Uber a su casa, porque se sentía mal. Aaron se propuso para llevar a Renata a su casa, pero lo que no sabía Aaron es que Caro se quedaría a dormir esa noche en casa de Renata, por lo que ambas se subieron al auto de Aaron.
Durante el camino, Aaron no paró de insistir. Se pegaba a Renata. Intentaba tocarla. Les propuso a Caro y a Renata que se quedaran a dormir mejor en su casa. Sin embargo, Caro le respondió a Aaron que los papás de Renata ya las estaban esperando.
Ante esta negativa [Aaron] le pidió el subirme a mi cuarto (porque yo ya no podía ni sostener mi cabeza). Nuevamente Caro se negó. Al llegar a mi casa Caro tuvo que quitarme el vestido, los zapatos, todo. Yo estaba ‘en calidad de bulto’.
Tanto Caro como Renata creyeron que los síntomas que ella sintió se debieron a que las bebidas estaban adulteradas. Sin embargo, pocos días después de esa noche en el Barezzito, un amigo de Renata le llamó por teléfono para confesarle lo que en realidad había sucedido: Mónica y Aaron la habían drogado para que el futuro médico egresado de la UAG pudiera abusar sexualmente de ella.
Me quedé atónita, me era imposible creerlo. Aaron, a quien consideraba mi amigo, había decidido drogarme para abusar sexualmente de mí, no me cabía en la cabeza.
Fuente: www.actitudfem.com/