Ivette Sosa
Guión de película hollywoodense han resultado ser las declaraciones del narco colombiano Alex Cifuentes, hijo menor de una tristemente célebre familia colombiana de traficantes de drogas, en el juicio que se realiza en contra de Jozquín Guzmán Loera, en una Corte de Nueva York.
En una ocasión, sostiene Cifuentes, quien vivió con El Chapo Guzmán en las montañas de Sinaloa, el Ejército mexicano atrapó, torturó y paseó cabeza abajo en un helicóptero al capo antes de liberarlo por falta de pruebas.
Durante el juicio contra El Chapo, que se realiza en la ciudad de Nueva York, Cifuentes, de 50 años, quien colabora con la fiscalía estadounidense en calidad de testigo, contó al jurado parte de esta historia.
GUZMÁN LOERA, CINEASTA
Por tercer día consecutivo, Alex Cifuentes compareció ante la Corte. Relató que estuvo presente en unas de las charlas del líder del Cártel de Sinaloa con Javier Rey, un productor de cine colombiano, que recopilaba información para la película autobiográfica que El Chapo quería dirigir.
También el capo sinaloense relató a Rey que el Ejército mexicano lo atrapó en Nayarit. Interrogado por el abogado Jeffrey Lichtman, Cifuentes narró que Guzmán Loera contó que fue torturado para que revelara dónde escondía la droga.
Los militares mexicanos habrían golpeado con las culatas de sus rifles las manos del Chapo, luego lo amarraron de pies y manos con una cuerda, y lo pasearon cabeza abajo en un helicóptero.
CHIVO EXPIATORIO
Pese a la tortura, el narco sinaloense nunca reveló el paradero de los estupefacientes. Empero, la defensa sostiene que El Chapo es un chivo expiatorio de una conspiración del Mayo Zambada, el gobierno mexicano y agentes de la DEA.
Para la defensa del capo, Guzmán Loera exageró los hechos que contó al productor Javier Rey, para fines cinematográficos.
Este martes, Cifuentes indicó que, a cambio de protección, El Chapo pagó un soborno de 100 millones de dólares al licenciado Enrique Peña Nieto cuando era Presidente de México.
