México constituye una de las naciones en donde más horas se trabaja, pero en los que hay menos productividad. Una de las barreras recurrentes para incentivar la productividad en las empresas es suponer que un buen trabajador es una persona que acude a la oficina todo el día y está dispuesto a trabajar horas extra.
Se calcula que el 40 por ciento de los trabajadores en México, tanto a nivel empresarial como en las dependencias de gobierno, se dedica a ‘calentar la silla’. Esto afecta en un 42 por ciento la productividad de las empresas, ya que el tiempo que se pierde oscila entre un 20 a un 50 por ciento.
Según el más reciente reporte de la OCDE sobre las horas promedio trabajadas al año por país, México registra dos mil 237 horas trabajadas, Corea registra dos mil 163 y Chile tiene dos mil 15 horas.
En promedio, las naciones reportan mil 1770 horas trabajadas al año. En las economías más grandes del mundo sus empleados laboran mil 338 horas al año.
Esto se refleja en el nivel de productividad, por ejemplo, los alemanes generan 49 dólares por hora, mientras que los mexicanos producen 14 dólares por hora.
Un fenómeno que se refleja también en el nivel de competitividad de México en el mundo.
Según el ranking mundial 2013-2014 publicado por el Foro Económico Mundial, México está en el lugar número 55, mientras que, Suiza, Singapur y Finlandia, se encuentran en los tres primeros lugares.
Los países que reflejan altos niveles de productividad y competitividad están 100 por ciento orientados a obtener resultados, por lo que la comunicación directa es altamente valorada. Y es que las largas horas trabajadas tampoco se refleja en obtener un mejor salario.
En México, el promedio de ingresos es de 167 mil pesos al año, en comparación a los 311 mil pesos que ganan los trabajadores en otros países.