Los habitantes de la ciudad rusa de Volgogrado se enfrentan por estos días a una ola de calor que está literalmente derritiendo las calles, especialmente en los lugares donde el asfalto está nuevo, ya que las altas temperaturas no le permiten solidificar rápidamente.
Este fenómeno ha dejado a más de una persona sin zapatos, en especial a las mujeres que por estos días usan sandalias, las cuales se adhieren al asfalto pegajoso.