El combate entre Nate Díaz y Masvidal no defraudó, pero tampoco estuvo exento de polémica

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Finalmente, la noche del pasado 2 de noviembre se celebró la esperada pelea entre Díaz y Masvidal, dentro del evento UFC 244. El combate había generado gran expectación, especialmente por la personalidad y el estilo de lucha de los contendientes: dos verdaderos guerreros, con muy buen striking, que generan un gran espectáculo en las veladas en las que participan. Y, por supuesto, sus declaraciones no dejan indiferente a nadie. Antes y después de los combates, su conducta les ha generado una potente fama de conflictivos.

Así pues, el combate estelar, celebrado en el Madison Square Garden, fue entre Nate Díaz, de procedencia mexicana, y Jorge Masvidal, de ascendencia cubana; acompañados de otros enfrentamientos bien interesantes, como el de Darren Till y Kevin Gastelum o el de Thompson contra Luque (que se alzó con el galardón de Pelea de la Noche), entre otros. A destacar, también, el espectacular KO de Kevin Lee a Gillespie, con un increíble high kick.

Por supuesto, y como ya sabíamos, la UFC sabe montar un buen espectáculo. La promoción del combate se ha realizado, desde hace semanas, por todo lo alto; no se trata sólo de anuncios, sino que las redes sociales han tenido un gran protagonismo, así como todo el material multimedia que se ha estado generando, especialmente para YouTube, tanto en las cuentas de la empresa promotora como de los propios luchadores, con videos sobre sus entrenamientos y declaraciones.

El éxito de la UFC pasa, entre otros varios motivos, por generar un gran show, con su cuidada estética y su potente comunicación. Su popularización ha sido espectacular, y le ha llevado a firmar alianzas con marcas de primer orden, como Pokerstars o Reebok o cadenas televisivas como la FOX Sport América Latina, entre otros. Todo ello, sumado a su buen hacer la ha catapultado a lo más alto de Pay-per-view y llena el aforo de sus eventos.

Llegado el momento, el enfrentamiento entre Díaz y Masvidal copaba la atención de miles de seguidores que, presencialmente o desde casa, habían estado esperando el día para ver a estos dos guerreros luchar en el octágono. Desde el principio, no se puede negar la complicidad entre los dos peleadores que sienten un profundo respeto el uno por el otro. No en vano, Masvidal había batido, recientemente, el récord del KO más rápido ante Ben Askren (aunque ahora superado), al que hizo tragarse sus palabras previas al combate; y Díaz había reaparecido con victoria tras un parón, y siendo de los pocos luchadores que puede presumir de haber vencido a McGregor.

Jorge Masvidal comenzó exhibiendo músculo, agresividad y capacidad para encajar los ataques de Díaz, que en ocasiones parecía desbordado por el acierto del cubano. El primer asalto destacó por la imagen de Nate en el suelo tras recibir unos poderosos ataques de un Masvidal que parecía estar divirtiéndose, y con un ojo derecho bastante tocado. A pesar de este resumen, hay que decir que el mexicano no se amedrentó y consiguió conectar unas buenas derechas, haciendo que el primer asalto no fuese monocolor.

El segundo asalto no fue muy diferente, y Díaz no conseguía hacer su combate, frente a una iniciativa de Masvidal que estaba poniéndolo en problemas y acrecentando el daño al de Stockton. Y de nuevo al suelo tras un salvaje ataque de Jorge.

El tercer round se convirtió en un mayor intercambio de golpes, con un Masvidal provocador y un Díaz que no quería echarse atrás, ni defraudar a los suyos. Pero el daño en su ojo comenzaba a ser evidente y muy limitador para el mexicano. Y esto es lo que provocó el que se finalizase la pelea antes de empezar el cuarto asalto, por decisión médica.

Dicha decisión ha sido un tanto polémica, y los diferentes medios . Pero ambos peleadores parecen estar de acuerdo en una revancha en un futuro cercano, para deleite de unos espectadores que estábamos disfrutando de una épica contienda, que se interrumpió justo cuando teníamos ganas de más, ahora, habrá que esperar.

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