Más allá del discurso sobrenatural que habita en los exorcismos, existe una disputa científica entre lo que ocurre durante y después de estar poseído. Los creyentes dicen que un demonio se manifiesta en el cuerpo de una persona mientras que los científicos aseguran que sólo se trata de un estado esquizofrénico. En realidad no hay prueba contundente del huésped maldito y cuando el enfermo muere, se acusa a su familia de negligencia médica.
Ese fue el desenlace de uno de los exorcismos más famosos de toda la historia. Estamos hablando del caso de Anneliese Michel, una chica que nació el 21 de septiembre de 1952, y que cuando cumplió 16 años fue poseída por un demonio. Unas décadas después, su caso fue adaptado para una película de Hollywood. Hoy todos sabemos de Anneliese a través de la cinta: El exorcismo de Emily Rose.
Como dijimos, esta historia inicia con una adolescente que comenzó a mostrar extraños comportamiento. Un neurólogo de la clínica psiquiátrica de Wurzburg, Alemania, diagnosticó a Anneliese con epilepsia. Estos malestares fueron empeorando y para 1970, ella le dijo a sus padres que extrañas voces comenzaron a perseguirla y veía imágenes que podían ser consideradas como “diabólicas”.
Tras las declaraciones de Anneliese, sus padres corrieron a las Iglesias para pedir apoyo del clérigo. Exigieron en repetidas ocasiones que su hija fuera exorcizada pero cada una de las peticiones fue rechazada; mientras tanto, la salud de la joven iba en picada. Los ataques epilépticos se volvieron más comunes y su conducta se tornó mucho más violenta.
A estas alturas todo se salió de control. Anneliese se volvió un “pequeño demonio” que insultaba, golpeaba y mordía a sus familiares. Dejó de ingerir alimentos porque “los demonios se lo prohibían”, en su lugar comía arañas, moscas y carbón; además de beber su propia orina.
Fue hasta 1975 cuando un obispo de Wurzburg, Josef Stangl, tras verificar de manera detallada el caso, ordenó al padre Arnold Renz y al pastor Ernst Alt que llevaran a cabo el tan sonado exorcismo. Así comenzó un tortuoso y prolongado periodo de un año donde se practicaron dos sesiones de exorcismo por semana.
Cuentan que la reacción de Anneliese era tan violenta que tres hombres debían sujetarla y en repetidas ocasiones la encadenaron para mantenerla quieta. El 30 de junio de 1976 fue la última sesión y para entonces Anneliese sufría de neumonía, estaba completamente delgada y ardía en fiebre. Dicen que sus últimas palabras hacia el padre fue «Rueguen por el perdón» y a su madre le dijo: «Mamá tengo miedo».
Tras la muerte llegó la autopsia, la cual reveló que Anneliese Michel murió por los estragos de la deshidratación y desnutrición. Debido a este dictamen, tanto el sacerdote y los padres fueron juzgados como posibles culpables de asesinato. ¿Por qué? Porque no había ningún rastro póstumo de alguna posesión, sólo el cuerpo frágil de una adolescente.
Es aquí cuando lo paranormal se esfuma en el aire, dejando sólo una inquietud angustiante de saber si valió la pena creer o se debió actuar de otra forma; quizá una donde la verdad condujera a los actos.
Fuente: https://culturacolectiva.com/fotografia/exorcismos-mas-famosos-de-la-historia/