El pasado 24 de diciembre, The New York Times se dio a la tarea de publicar un análisis en el que se señala que el gobierno controla los medios de comunicación mexicanos.
De este análisis se desglosan 5 puntos que son de suma importancia para que los mexicanos analicemos, entendamos y reflexionemo
1. El gobierno mexicano controla los medios, dice el NYT. El Universal, Milenio, Excélsior y La Jornada lo niegan…
Como se ha dicho, la nota del NYT no da a conocer nada nuevo, aunque el peso del medio que lo publica nos representa algo distinto. La nota en primera plana del diario y firmada por el corresponsal Azam Ahmed, nos ayuda a poner sobre la mesa lo que organizaciones como Article19 y Fundar vienen demandando hace tiempo y con mucha razón. El gasto en publicidad que hace el gobierno debería sí o sí estar regulado. Además de transparentarse los montos a nivel federal y local, los gobernantes deben tener un límite para presumir “sus fechorías” y aumentar “sus likes”.
2. El gobierno es el cliente y como en otros negocios ¿el cliente siempre tiene la razón?
A decir de la nota del NYT, los medios en México son presionados por el gobierno. A decir de los medios citados, ellos tienen como deber informar y actúan parcialmente. El que pone la lana presiona para sus intereses, y el que la recibe bien puede hacer los malabares que quiera y pueda con sus pelotas. Debemos ser mucho muy exigentes como audiencia, cuestionar lo que leemos no importa dónde lo leamos, sino por principio de inteligencia y raciocinio. Y grave también es el asunto que algunos periodistas o líderes de opinión reciban directamente dinero para hablar de cierto tema.
3. ¿Entonces debemos creer en los medios en los que no se anuncia el gobierno?
Parte del problema que se ha suscitado es que la prensa termina dividida entre quienes son clientes del gobierno y quienes no, entre los que lo atacan exageradamente y entre quienes no dicen nada, y eso hoy en día significa una polarización absurda y bastante dañina. Sin embargo hay un autoengaño de la realidad y de las necesidades y quejas de cada burbuja. Socialmente resulta peligroso porque aquel que no piense como uno se convierte en enemigo. Así que otra vez como audiencia debemos buscar aquellos medios que no están polarizados porque a través de la información más parcial es que se puede accesar a la verdad.
4. Mal de muchos ¿consuelo de tontos?
No, precisamente para avanzar es mejor conocer lo que sucede en otras partes del mundo, y antes de seguir pensando que somos el único país donde esto de que el gobierno gasta millones en publicidad o donde existe presión de parte del gobierno hacia los medios, o donde no existe libertad de expresión.
The Guardian explica cómo en diferentes países democráticos la libertad de prensa se ha visto reducida debido al crimen organizado y a la presión por parte de los gobiernos, pero también al desarrollo del internet. El costo del buen periodismo es alto, y la mayor parte de las plataformas digitales que están siendo consumidas no cumplen con los altos estándares de investigación y ética.
5. ¿Hay una esperanza? El Congreso está obligado a legislar este año.
Hace algunas semanas, la SCJN resolvió un juicio de amparo por omisión legislativa y le instruyó al Congreso legislar sobre la publicidad oficial antes del 30 de abril de este año.
Y si algo más podemos hacer además de darle seguimiento al tema, sería presionar a los legisladores que integran las distintas comisiones sobre qué nos interesa como ciudadanos. Hay que tener en cuenta por quiénes votamos para el Congreso, porque la discusión que se escucha en todas las mesas es esa, y qué cortos nos quedamos cuando el progreso del país no solo está en función del presidente.