En algunos sitios se puede leer que el pueblo mexicano es un gran jugador. Así como hace décadas los juegos y las apuestas estaban prohibidas y se hacían en la clandestinidad, este sector en el año 2005 comenzó a vivir su época más dorada, ya en la legalidad. Si a esto se le suma la llegada de casinos mexicanos online se puede decir que el juego estás más que democratizado y normalizado.
En este sentido, tras haber estado prohibido hasta 2005, a partir de esa fecha el crecimiento de negocios, salas de apuestas y casinos, creció considerablemente y de forma muy rápida.
Uno de los motivos que empujaron a tomar esta decisión fue la demanda del turismo, un turismo que, a menudo, suele frecuentar casinos como el de Monterrey.
Y es que es cierto que los casinos atraen una curiosidad infinita. Basta pensar en Las Vegas o en Montecarlo. Sus luces, su elegancia, las fichas que pasan, la ruleta y el neón de las tragamonedas, atraen de una manera especial.
Con la llegada de internet todo se ha digitalizado, incluso el casino, que parecía que era imposible que una sala con su moqueta, sus luces y su olor pudiese convertirse al código binario y permitir que los usuarios, desde cualquier parte, con sólo la necesidad de tener una buena conexión, puedan jugar al póker sentados alrededor de un tapiz.
Póker pero también los videojuegos cada vez más populares en línea
Pero no sólo son el póker y las apuestas online lo que está popularizándose en México, también los videojuegos, creciendo mucho entre usuarios más mayores, de más de 50 años. Estos videojuegos, la mayoría de ellos, se hacen online y, según la Competitive Inteligence Unit solo en 2017 se registraron a 68.7 millones de personas usuarias.
De hecho, el 68% de estas, además, utilizan el Smartphone por su facilidad, peso y manejo, mientras que la computadora ya comienza a ser residual, con un solo 10 %.
En cualquier caso, aunque internet haya facilitado el acceso al juego, sea a través de apuestas y casinos o través de videojuegos, esto no significa que el Estado no esté pendiente de este hecho, trabajando en legislaciones que ayuden a combatir cualquier tipo de comportamiento extraño o inadecuado.
En este sentido, respecto al tema de los videojuegos, en diciembre 2017 se legisló para poder multar a las empresas que lancen videojuegos para menores que no sean apropiados para su edad.
Como todo, los juegos no son más que entretenimiento y sirven para divertirse. El problema es que habiendo dinero de por medio y una fuerte carga emocional, es fácil dejarse llevar y poder provocar adición de alguna manera.
La realidad es que internet ha creado un nuevo paradigma y hay quienes piensan que es muy difícil poner puertas al campo y legislar a nivel país algo que funciona a nivel global. Y, probablemente sea cierto y toque conversar a nivel mundial con otros gobiernos sobre cómo poner límites a las malas prácticas que puedan hacerse.