El Reloj del Fin del Mundo constituye un indicador del tiempo que le queda a la humanidad antes de su total destrucción. Elaborado por el Bulletin of Atomic Scientists, cada año es actualizado. Y durante las últimas décadas el tiempo que nos queda antes del apocalipsis ha ido disminuyendo dramáticamente. En 2016 nos quedaban 3 minutos antes de la medianoche, para 2018 tan solo dos minutos, y en su última actualización nos restan tan solo 100 segundos. Los principales responsables: la amenaza de una catástrofe nuclear y el cambio climático.
El Bulletin of Atomic Scientist adelantó el Reloj del Apocalipsis de dos minutos a tan solo 100 segundos antes del fin del mundo. Desde 1945 los científicos que crearon la primera bomba nuclear para el proyecto Manhattan actualizan el reloj, y desde entonces no nos habíamos encontrado tan cerca de una amenaza de esta magnitud.
La humanidad se enfrenta a dos peligros existenciales de manera simultánea (una guerra nuclear y el cambio climático), que están compuestas por una amenaza múltiple, una guerra por la información habilitada por la tecnología que minan la habilidad de la sociedad para ofrecer una respuesta. La situación de la seguridad internacional es calamitosa, no solo por la existencia de estas amenazas, sino porque los líderes mundiales han permitido que la infraestructura política internacional que los guía se corroa.
Además de recordar la amenaza que representa el cambio climático y una posible guerra nuclear, el comunicado del Bulletin of the Atomic Scientists hace incapié en la erosión que ha sufrido el sistema político democrático debido a “las campañas de desinformación cibernéticas que sirvieron para sembrar desconfianza en las instituciones entre los países.”
