El Vaticano prepara recortes de gastos a raíz del cierre a inicios de marzo de su principal fuente de ingresos, los Museos Vaticanos, como consecuencia de la pandemia de coronavirus, informa el diario italiano Il Fato Quotidiano.
Sin dinero no hay misa cantada, sostiene el vaticanista Francesco Grana del diario para explicar las drásticas medidas que el Vaticano estudia para encarar el pos covid-19.
DURO GOLPE A LAS FINANZAS
El cierre, desde el 9 de marzo, de los Museos Vaticanos, que reciben cerca de 6 millones de visitantes al año, representa un duro golpe para las finanzas del Estado más pequeño del mundo.
La medida ha sido ampliada por ahora hasta el 3 de mayo como prevención para evitar la propagación del SARS-CoV-2, y prevé también el cierre de la plaza de San Pedro y de la basílica vaticana.
A pedido del papa Francisco ha sido creada una comisión de expertos para que desarrollen respuestas ‘eficaces y creativas’ para afrontar los desafíos que el coronavirus conlleva a nivel mundial.
MANTENER EMPLEADOS Y ASEGURAR SALARIOS
En el documento elaborado por el presidente del Gobernatorato del Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello, al que tuvo acceso el diario italiano, el Vaticano se prepara «a recortar gastos, suspender promociones y anular asesorías», aunque asegura que quiere mantener el número de empleados actualmente a cargo así como el pago de sus salarios.
En el Vaticano residen además del papa Francisco, unos 70 cardenales, el papa emérito Benedicto XVI, 300 miembros del cuerpo diplomático, 50 sacerdotes y religiosas, además de los guardias suizos y unos 50 empleados con sus familias.
Entre las medidas que serán adoptadas figura la anulación de conferencias, exposiciones y congresos programados para 2020, así como todos los viajes de trabajo y las inversiones inmobiliarias.