Generalmente, en épocas calurosas, las mujeres tienden a usar sandalias, sin embargo, se topan con un problema común: callos y durezas.
A continuación, presentaremos algunas soluciones para lucir pies bonitos y suaves.
Exfolia tus pies dos veces por semana
Exfoliar los pies, permite eliminar la piel muerta. Prepara un remedio casero con aceite de oliva extra virgen y azúcar morena; aplícalo en todo el pie por 15 minutos y retíralo con agua fría.
Lima de pies
Actualmente, venden limas de pies de cualquier precio y marca; nos ayudan a quitar la resequedad y evitan las callosidades. Las limas eléctricas, resultan efectivas.
Piedra pómez
La piedra pómez es indispensable para mantener los pies suaves y sin callos. Teniendo los pies limpios y secos, frótalos con la piedra pómez durante 10 minutos, especialmente en las zonas con durezas.
Vaselina y nata líquida
Mezcla vaselina con nata líquida hasta hacer una pasta y aplícala en las áreas con durezas. Cubre la zona con una venda o calceta, deja actuar por 30 minutos y lava con agua fría. Repite el procedimiento hasta que desaparezcan las callosidades.
Seca los pies después de la ducha
Los pies mojados crean hongos y, muchas veces por las prisas, olvidamos secarlos adecuadamente. Cuando termines de ducharte, seca tus pies y dedos para evitar durezas y hongos.
Ventila los pies
Al igual que todo el cuerpo, los pies necesitan respirar. Normalmente, en temporada invernal, se crean durezas; permite que se refresquen.
Baño de agua con vinagre de manzana y romero
Date un baño de pies con un chorrito de vinagre de manzana y un poco de romero. Hierve agua con unas hojas de romero, vacíala en una cubeta, agrega vinagre e introduce tus pies por 15 minutos.
Cepilla los pies en seco
Antes de ir a la cama, cepilla los pies durante 10 minutos con movimientos circulares. Esto hará que se relajen y evitará el surgimiento de durezas, ya que es una exfoliación suave.