Tenemos conocimiento de que debajo de nosotros, existe un pasado en forma de cimientos milenarios que esperan ser encontrados. De hecho, hace unos días se logró uno de los descubrimientos, que, hasta el momento, podría ser de los más importantes del siglo XXI.
Un encuentro con el pasado
Se trata de la tumba de Ahuízotl, encontrada en el Templo Mayor. Un lugar que, sin duda, sigue dando sorpresas.
En el Templo se encontraron restos humanos y metales preciosos que estaban a modo de ofrenda. Y según algunos investigadores este descubrimiento podría replantear toda la historia del mundo nahua.
Una dinastía entera sale a la luz
Ahuízotl en nahuátl quiere decir “Espinas de Río”, y su papel como tlatoani fue de los más importantes. Pues fue quién llevo a los mexicas a conquistar todo el centro y sur de México. Por otro lado, también fue un líder religioso muy fuerte y hasta un economista altamente reconocido por otras culturas.
Su muerte fue trágica, ya que murió a causa de una inundación que el mismo provoco. Cuando ordenó la construcción de un acueducto para trasladar el agua del territorio de Coyoacán a Tenochtitlán. Por desgracia, el acueducto se rompió y causo una inundación en la que su vida llego al final.
“Nosotros ahora estamos dándonos a la tarea precisamente de exhumar la mitad norte con toda la arquitectura, la escultura y las ofrendas que están asociadas. Los cronistas cuentan que hubo una gran ceremonia tras la muerte de Ahuizotl, y que sus restos quedaron depositados, junto con muchas ofrendas, frente al Templo Mayor”.
Leonardo López Luján, Arqueólogo