Si bien este primer semestre de 2018 los propietarios de los 2.2 millones de autos con placas de la Ciudad de México se libraron de la verificación vehicular, para la segunda mitad del año todos serán sometidos a una medición de emisiones de contaminantes más estricta que la última de 2017, la cual se había endurecido apenas en 2016.
Para julio próximo por primera vez se analizarán las partículas ultrafinas que emiten los autos en la combustión.
Beatriz Cárdenas González, directora de Gestión de la Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, aseveró en entrevista que se trata de una verificación que tendrá una tecnología que podrá medir partículas contaminantes que son más pequeñas que las partículas 2.5 y que son las que más daños causan a la salud.
EN ENERO DE 2019
El endurecimiento en términos de obtención de holograma para circular comenzará en enero del próximo año, donde 2.2 millones de autos de la Ciudad de México serán sometidos a una medición de emisiones contaminantes más estricta.
“No será criterio de asignación en esta primera fase (julio-diciembre de 2018), pero una vez que tengamos suficiente información puede ser un criterio para asignación de un holograma en las verificaciones posteriores, porque no tiene caso medir si no se usa para las restricciones”, dijo Cárdenas González.
INSPECCIÓN FÍSICO-MECÁNICA
Además, todos vehículos serán sometidos a una inspección físico-mecánica, en la cual se revisarán el estado de las llantas, frenos, suspensión y alineación. Aunque en el segundo semestre de este año no será vinculante para las restricciones a la circulación, habrá consecuencias a partir de enero de 2019, cuando dependiendo de esas pruebas también será el holograma: 0, 1 o 2.
“Esta prueba físico-mecánica en el segundo semestre de 2018, que es cuando inicia la operación de los nuevos centros de verificación, será únicamente para que el vehículo pase esta prueba y los resultados se considerarán para un análisis estadístico que nos va a permitir saber cuáles son las condiciones de la flota que está emplacada en la Ciudad de México y con estos datos poder determinar si tenemos o no criterios de rechazo”, detalló la directora de Gestión de la Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente.