Todos conocemos que la lluvia es esencial para la vida, pero muchas veces es un altercado para salir de casa o realizar actividades al aire libre. Empero una invención alemana está provocando todo lo contrarío y es que después de la instalación los residentes lo que más quieren es que llueva.
Localizado en el complejo conocido como Neustadt Kunsthofpassage, este edificio se convierte en un enorme instrumento musical, cuando las gotas de agua están cayendo. Pero claro que para disfrutar el espectáculo es necesario tener un día lluvioso.
El complejo está en El Barrio de Neustadt y tiene 5 edificios con temas diferentes: desde luces, animales, criaturas míticas metamorfosis y claro, el musical. A través de un sistema de drenajes, rieles y embudos, la estructura es el resultado del trabajo de la escultora Anette Paul y de los diseñadores Christoph Rossner y André Tempel. Curiosamente, los tres artistas viven en el edificio.
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