Estefania Ruiz y Jonathan Castelán celebran su boda civil tras 4 años de noviazgo; ofrecen un exquisito menú mexicano

 

Ivette Sosa

La relación amorosa entre Estefania Ruiz y Jonathan Castelán inició en la Universidad, cuando ambos estudiaban sus respectivas licenciaturas. Ella Pedagogía, y él, Relaciones Internacionales y Comercio Exterior.  

 

Andrea, una amiga en común, fue quien los presentó en una fiesta. La estrategia de Jonas -como cariñosamente le llama la familia al novio-, fue acercarse a Estefania y decirle: “¡Hola, tengo a un amigo a quien le gustas!. Ella dijo ¿quién es?. Le señaló a un compañero y ella respondió: ¡Ay no, está bien feo! Entonces Jonathan le preguntó, ¿bailamos?

 

Y así, durante toda la velada ambos bailaron, se pasaron sus números telefónicos y en ese entonces mantuvieron un noviazgo breve, porque al poco tiempo él se tituló y se integró a trabajar. 

 

Dos años después, Fany (como le llamamos de cariño a la novia, quien fue reportera-redactora de diarionoticiasweb.com), también concluyó su licenciatura. Como el destino es muy caprichoso, ambos se reencontraron en una fiesta. Ya realizados profesionalmente y con metas para seguir con sus maestrías, retomaron su noviazgo que culminó este fin de semana en su boda por la vía civil. Su boda religiosa la tienen programada para este 2019. 

 

EN CHIAPAS, LE PIDIÓ SU MANO

Hace unos meses, Fany y Jonas planearon un viaje a Chiapas. Con la complicidad de su primos Diana y Quique Ruiz Germán, y de sus tíos Paty y Enrique, él le pidió su mano en tan paradisiaco lugar del sureste del país.

 

Justo al pie de la bellísima Cascada El Aguacero, en el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, en Chiapas, Jonathan, cual príncipe de cuento de hadas se hincó y puso la argolla matrimonial en la mano de ella. Un beso, un cálido abrazo y la alegría de la familia sellaron tan emotivo momento.

 

Al regresar a la Ciudad de México programaron la celebración de su matrimonio en un juzgado de Cuautitlán Izcalli. Y este fin de semana, las familias de los contrayentes se reunieron en casa del novio, para brindar por la joven pareja.

 

Durante la boda civil

 

EL MENÚ, MUY MEXICANO

El menú no podía ser más exquisito: comida típica mexicana, preparada en una estufa de leña, que le dio un sabor muy especial a los guisados.

 

Para dar gusto a cualquier paladar, hubo chicharrón en salsa verde con nopales, tinga de pollo, salchichas con rajas, picadillo, mole rojo con pollo y tostadas de pata, no podía faltar el arroz rojo, los frijoles refritos y las salsas para todos los gustos. Para mitigar la sed, cerveza, agua de tamarindo y refrescos de sabores. Hubo una mesa especial de dulces. 

 

Ya entrada la noche, se sirvió whisky, botana mexicana y se partió el delicioso pastel de crema con pan de vainilla y frutas de temporada. Con el tema de My Heart Will Go On  de Celine Dion, la joven pareja abrió la pista para después dar paso al ritmo y alegría con el tema Yo no se mañana, de Luis Enrique, que contagió a todos los presentes y las parejas se sumaron a bailar.

 

Los padres de la novia, Ruth Sosa y Jorge Ruiz Ontiveros y Eli Guerra y Félix Castelán, por parte del novio, agradecieron a todos los invitados por acompañarlos a tan emotiva reunión.

 

Hasta altas horas de la madrugada terminó la fiesta, con la agenda puesta para la boda religiosa, que se llevará a cabo en los próximos meses en un jardín de Tepotzotlán. ¡Deseamos una felicidad eterna a la joven pareja!

 

Felices, los recién casados

Doña Eli y Don Félix, padres del novio

Ruth Sosa y Jorge Eladio Ruiz, padres de la novia

Doña Raquel Ontiveros, abuelita de Fany; sus tíos Enrique y Paty y Diana, la comadre

Aspectos de la fiesta

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