Adoptó la Cámara de Diputados de Rusia recientemente en primera lectura un proyecto de ley para garantizar la estabilidad del funcionamiento del segmento ruso de internet y su desconexión de la red mundial en caso de situaciones de crisis o ataques cibernéticos contra la nación.
La enmienda, que tiene el respaldo del Gobierno, ha provocado fuertes reticencias en los operadores de la web, ya que la instalación de los equipos requeridos para el análisis del tráfico necesita ingentes inversiones, que para las grandes compañías pueden ser decenas de millones de dólares.
De acuerdo con sus autores, de avalarse el proyecto se crea la posibilidad de “minimizar el flujo al extranjero de datos que intercambian los usuarios rusos”.
Además, en caso de amenaza los operadores se encontrarían obligados a garantizar la “gestión centralizada del tráfico”, es decir, su control por el Estado.
Prevé la iniciativa el desarrollo de una infraestructura que pueda garantizar el funcionamiento del segmento ruso de internet en caso de que los operadores rusos no puedan conectarse con los servidores raíz extranjeros.
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