Al declarar la emergencia nacional en Estados Unidos, el Presidente Donald Trump también anunció la instalación de centros en lo que las personas podrán hacerse la prueba por el coronavirus desde su auto, sin bajarse de él.
Aseguró que este esquema permitiría agilizar las pruebas y reducir las posibilidades de propagación.
La coordinadora de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, la doctora Deborah Birx, explica el proceso:
Las personas deben ingresar a una página web y llenar un cuestionario en el que se les pedirá información sobre síntomas, factores de riesgo y posible exposición a otro paciente con Covid-19.
Si con base en la información, se justifica una prueba, la persona será dirigida a un centro de detección local para que se le aplique. Negocios como Walgreens, Walmart, CVS y Target ofrecieron espacios en sus estacionamientos para los centros.
La persona va al centro, que son carpas ya implementadas en algunos estados, en las que personal sanitario toma muestras.
La prueba es enviada al laboratorio, y los resultados serán desplegados en el sitio web en un periodo de entre 24 y 36 horas, periodo durante el cual la persona debería permanecer en aislamiento.
La polémica
Aunque este esquema de detección ya se ha implementado en algunos estados del país, e incluso en Corea del Sur, el anuncio no estuvo libre de polémicas.
De entrada, no quedaba claro qué pasaría con las personas que dieran positivo por el virus.
Funcionarios que hablaron bajo anonimato al Washington Post, levantaron alarmas por los procedimientos, argumentando que los centros podrían ser un lugar de propagación de la enfermedad, al atender a gente infectada y gente sana.