EU, un “Estado fuera de la ley” en manos del pirómano Trump

 

MSIA Informa

El pasado 8 de mayo, el presidente Donald Trump emitió uno de los discursos más arrogantes de un jefe de Estado de Occidente, de hecho convirtió a los EU en un “Estado fuera de la ley” (“rogue state”definición originalmente creada por los belicistas de Washington, los neoconservadores). Derramando agresividad, mentiras y amenazas, anunció al mundo la ya esperada salida unilateral del acuerdo nuclear con Irán y nuevas sanciones contra el país, además de amenazar a todos los demás que no se adhieran a su línea de confrontación con el país persa.

 

El rechazo al acuerdo iraní, motivado por el hecho de haber sido el principal triunfo internacional de su odiado antecesor Barack Obama, se suma a la agenda incendiaria de los neoconservadores, empeñados en promover un nuevo gran conflicto para preservar la hegemonía global estadounidense –alternativa expuesta por la revista The Economist el pasado 25 de enero.

 

Además de poner en riesgo de muerte el acuerdo de 2015 (conocido por las siglas en inglés JCPOA, el Plan Global de Acción Conjunta), trabajosamente negociado con Irán, Rusia, China y los fieles aliados de EU, Reino Unido, Francia y Alemania, Trump reiteró el desprecio de su gobierno por las normas del Derecho Internacional y por los acuerdos anteriormente firmados por sus antecesores, señalando que estos valen menos que los tuits de sus caprichos emocionales.

 

En paralelo, reforzó la luz verde para seguir con las acciones agresivas de Israel y de Arabia Saudita, otros dos Estados “fuera de la ley” alineados con los pirómanos de Washington y desde hace años involucrados en acciones bélicas sin motivo contra Siria, Irán y Yemen. Sin perder tiempo, después de agradecer a Trump su pronunciamiento público, “Bibi” ordenó el enésimo ataque de misiles contra Siria, supuestamente, para llegar a instalaciones y equipos militares iraníes. Otro ataque todavía mayor fue desatado la noche siguiente, aunque esta vez el Ejército Sirio respondió con una salva de artillería y misiles contra blancos militares israelitas en las Alturas del Golán, territorio sirio ocupado desde la guerra de 1967. Al momento, la voluntad está orientada hacia una escalada militar con potencial para incendiar la ya de por si conflagrada región.

 

La justificación de Trump fue:

“El régimen iraní es el principal Estado patrocinador del terror. Exporta misiles peligrosos, alimenta conflictos en todo el Oriente Medio y apoya terroristas sustitutos y milicias como Hezbollah, Hamas, el Talibán y al-Qaeda” (New York Times, 8 de mayo de 2018).

 

Con excepción del apoyo al Hezbollah y a Hamas, tales palabras podrían tomarse como un lapso sicológico de sustitución de personalidad, ubicando a Irán en lugar de los propios EU, los verdaderos incendiarios del Oriente Medio.

 

Y prosiguió:

“A lo largo de los años, Irán y sus sustitutos han bombardeado embajadas e instalaciones militares estadounidenses, asesinando cientos de militares estadounidenses y secuestrando, encarcelando y torturando ciudadanos estadounidenses. El régimen iraní ha financiado su largo reinado de caos y terror con el saqueo de la riqueza de su propio pueblo”.

 

Cualquier persona con un conocimiento superficial del acontecer mundial de las últimas décadas sabe que nada de esto puede atribuirse a la República Islámica. Aunque buques de guerra estadounidenses y lanchas armadas iraníes hayan intercambiado disparos durante la fase final de la guerra Irán-Irak (1980-88), desde entonces, es principalmente Irán el blanco de ataques contra sus ciudadanos, militares y civiles (en especial, científicos), instalaciones militares y redes de computadoras, tanto por parte de los EU como de Israel (sin hablar del ataque del Vuelo 655 de Irán Air por un misil disparado por el crucero Vincennes de la US Navy, en el Golfo Pérsico en julio de 1988, causando la muerte de 290 personas).

 

Contrariando a las agencias de inteligencia estadounidenses y al Organismo Internacional de Energía Atómica (AIEA), las cuales afirman que el programa nuclear iraní no pasó de la fase de estudios de viabilidad y se canceló en 2003, Trump refrendó a su socio de sicopatía “Bibi” y la pantomima del 30 de abril pasado sobre un programa secreto iraní, basada en documentos recalentados y “hackeados” de la AIEA:

 

“En el centro del acuerdo con Irán, había una gigantesca ficción: un régimen asesino deseaba solamente un programa pacífico de energía nuclear. Hoy, nosotros tenemos una prueba definitiva de que la promesa iraní era una mentira. Durante la semana pasada, Israel publicó documentos de inteligencia –hace mucho ocultados por Irán- mostrando de forma concluyente al régimen iraní y su historia de conseguir armas nucleares”

 

Enseguida, anunció su ultimátum para los socios de la JCPOA y al mundo:

“Consecuentemente, hoy estoy anunciando que los EU se retirarán del acuerdo nuclear con Irán. En algunos momentos, firmaré un memorando presidencial para comenzar a restituir las sanciones nucleares estadounidenses contra el régimen iraní. Las instituiremos en el más alto nivel de sanción económica (sic). Cualquier nación que ayude a Irán en su búsqueda de armas nucleares también podría ser fuertemente sancionada por los EU” (énfasis nuestro).

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