Fotos: Internet
Geraldo Luís Lino (MSIA INFORMA)
Al mismo tiempo que Rusia y China, por diferentes razones, actúan para ofrecer una opción más justa, para colocar la economía en el camino del progreso físico y reorientar las relaciones internacionales hacia un escenario de cooperación apartado de los conflictos bélicos, los sectores más agresivos del “establishment” estadounidense y sus satélites se empeñan en el rumbo opuesto.
A su favor juegan las perspectivas electorales de Hillary Clinton, una de las candidatas presidenciales más belicistas de la historia estadounidense, ya endosada por todo el arco de intereses que gravita en torno del “Estado de seguridad nacional” –el complejo industrial-militar, la alta oficialidad, el aparato de espionaje, los think-tanks, los cabilderos, etc.- y sus vínculos con los financistas de Wall Street y las grandes corporaciones, además de las ramificaciones externas agrupadas en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Hillary cuenta, de forma emblemática, con el apoyo íntegro de los neoconservadores del “establishment”. Su rival republicano, el magnate Donald Trump, ha dicho herejías impensables para los adeptos al uso de la fuerza militar como instrumento preferencial de la política exterior, como el cuestionar la búsqueda permanente de enemigos que combatir y –¡herejía de herejías!- proponer el entendimiento y la cooperación con el presidente ruso Vladimir Putin, la actual “bestia negra” favorita de diez entre diez belicistas estadounidenses.
En una entrevista con radio Sputnik (23/08/2016), el ex jefe de analistas de política de seguridad del Pentágono, Michael Maloof, habló francamente sobre los motivos de tales inclinaciones. Según él, la retórica exagerada sobre una supuesta “amenaza rusa” es propaganda del complejo industrial-militar y coincide con la plataforma de política exterior de Hillary Clinton, como una forma de justificar su propia existencia.
“Los contratistas militares y sus jefes están animando francamente la retórica contra Rusia para reforzar sus negocios y, la verdad, si no tuviésemos a Rusia, el complejo militar de Estados Unidos crearía para sobrevivir cualquier otro tipo de demonios, dijo.
De acuerdo con Maloof, las empresas del complejo quieren mantener sus elevadas cantidades de producción a las que están acostumbrados desde la invasión de Irak en 2003: “Esta fue una política terrible, pero fue gratificantes desde el punto de vista financiero para las industrias de la defensa y ahora ellos tratarán de hacer todo lo que puedan para generar nuevos conflictos alrededor del mundo.”
Maloof, que defiende la cooperación con Rusia y con otros países, en una serie de sectores, observa también que las posiciones de Clinton son perjudiciales para las relaciones bilaterales con Moscú.
Igualmente reveladora es la entrevista concedida al sitio de internet Politico.eu del ex secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, publicada el 10 de agosto, en la que además de expresar las preocupaciones del “establishment” sobre las posiciones de Trump, habla abiertamente del “excepcionalismo” estadounidense, que está en la cúspide de la ideología hegemónica que comparte con sus iguales.
![Opening remarks by NATO Secretary General Jens Stoltenberg](http://diarionoticiasweb.com/wp-content/uploads/2016/09/OTAN.jpg)