Europa: la caja de pandora de Kosovo y sus consecuencias actuales

 

Elisabeth Hellenbroich

Comparada con las conferencias anteriores, la 14ª conferencia anual del Club de Debates de Valdai, fue diferente, el tema se denominó, “Destrucción creativa: un nuevo orden mundial emergerá de los conflictos actuales”.

 

La diferencia ocurrió debido al cambio de paradigma experimentado por el mundo luego de la elección del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump: su imprevisibilidad y declaraciones inconsecuentes y peligrosas, así como su comportamiento altamente egocéntrico y errático, arrastraron a toda la comunidad mundial a una crisis y generaron una gran inestabilidad.

 

Los efectos de esto se pueden observar en Oriente y en Occidente, en Rusia y en Europa, donde políticos y ciudadanos, se han quedado perplejos, por ejemplo, ante la manera en que ha lidiado con Corea del Norte.

 

“DIFERENTES VISIONES GEOPOLÍTICAS”

Uno de los muchos paneles de Valdai abordó el tema, “El conflicto entre diferentes visiones geopolíticas,” e incluyó un acalorado debate sobre el gran proyecto de la Iniciativa Cinturón y Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), encabezada por China.

 

Los participantes fueron el profesor ruso Sergei Karaganov, decano de la Escuela de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Escuela Superior de Economía de la Universidad Nacional de Investigaciones de Moscú; Fu Ying, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de China; Nabil Fahmy, ex ministro de Relaciones Exteriores de Egipto; Theo Sommer, director general del semanario alemán Die Zeit; y William Wohlforth, profesor del Departamento de Administración Pública del Dartmouth College de Estados Unidos.

 

Sommer estaba optimista en que las relaciones entre Rusia y Alemania mejoren, si se encontrase un gran proyecto para resolver la crisis de Ucrania. Para el ruso Karaganov y la China Fu Ying, a la luz del orden mundial en ruinas, es necesario apoyar el BRI, ya que representa beneficios potenciales para toda la humanidad, una autentica situación de ganar-ganar, según el mote chino.

 

Putin: destrabar los conflictos

El tradicional discurso de clausura del Presidente ruso, Vladimir Putin, fue bastante franco y sobrio, destacando los aspectos que provocaron la profunda desconfianza y la decepción de Rusia, en los últimos 25 años. Comenzó por resaltar que las relaciones entre los países “simplemente se degradaron,” e hizo menos seguro el mundo:

 

“En vez de progreso y democracia, se les dio carta blanca a elementos radicales y a grupos extremistas que rechazan la misma civilización y buscan hundirla en el pasado antiguo, en el caos y en la barbarie. La historia de los últimos años ilustra gráficamente todo esto.

 

Basta ver lo que aconteció en Medio Oriente, al que algunos protagonistas trataron de remodelar y reformular a su gusto e imponer un modelo de desarrollo externo, por medio de golpes externos, o simplemente por la fuerza de las armas. (…) En lugar de trabajar juntos para corregir la situación y descargar un golpe real contra el terrorismo, en lugar de emprender una lucha contra él, algunos de nuestros colegas están haciendo todo lo que pueden para hacer permanente el caos en la región. Algunos aun piensan que es posible administrar ese caos”.

 

Sin embargo, Putin observó también que hubo algunos ejemplos positivos en la experiencia reciente, en referencia a Siria, “Rusia se opone a los terroristas, al lado del gobierno legítimo sirio y otros estados de la región y actúa dentro del Derecho internacional. Debo decir que estos actos y ese progreso no se dieron con facilidad. Existe una gran desaprobación en la región. Pero nos fortalecimos con paciencia y, sopesando todos los movimientos y palabras, estamos trabajando con todos los participantes de este proceso, con el debido respeto de sus intereses.” Según él, los esfuerzos rusos dieron esperanza a la población siria, con medidas que probaron “ser importantes, correctas, profesionales y oportunas.”

 

Respecto al conflicto de la península coreana, Putin afirmó que Rusia condena inequívocamente las pruebas nucleares realizadas por Corea del Norte y que cumple plenamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas relativas a ese país. No obstante, dijo, “está claro que ese problema sólo se puede resolver por medio del diálogo. No debemos acorralar a Corea del Norte, amenazarla con la fuerza, recurrir a groserías (referencia indirecta a las amenazas recientes de Trump –EH).

 

” Y agregó: “Si a alguien le gusta o no le gusta el régimen norcoreano, no debemos olvidar que la República Popular Democrática de Corea es un Estado soberano. Todas las disputas se deben resolver de forma civilizada. Rusia favorece también esta forma de proceder. Estamos firmemente convencidos de que los nudos más complejos –sea la crisis de Siria, de la península coreana o de Ucrania, se deben desatar en lugar de cortarse.”

 

CRISIS DE CATALUÑA

Putin también hizo una referencia a la crisis de Cataluña, “una cuestión interna de España, que se debe resolver dentro del Derecho español y de acuerdo con las tradiciones democráticas. Estamos conscientes de que el gobierno del país está tomando medidas para ese fin.”

 

Sin embargo, sobre la UE y varios estados condenando a los defensores de la independencia, mencionó que se quedó un tanto atónito con las críticas, porque, en otros momentos, las mismas personas alabaron la desintegración de algunos estados de Europa, por ejemplo la independencia de Kosovo.

 

A su parecer, estas fueron movidas por el deseo de “agradar al hermano mayor en Washington, al prestar su apoyo incondicional a la secesión de Kosovo, y provocaron así, procesos semejantes en otras regiones de Europa y del mundo”; en este contexto, mencionó la cuestión de Crimea, y del Kurdistán, esencialmente, para acusar a Occidente de proceder con un “doble patrón.”

 

En cuanto a Estados Unidos, Putin recalcó que únicamente cuida sus ventajas comerciales, imponiendo nuevas sanciones contra Rusia, en especial el sabotaje del gasoducto North Stream 2, blanco reciente de agrios debates en el eje transatlántico. “El reciente elenco de sanciones adoptado por el Congreso de Estados Unidos está destinado abiertamente a expulsar a Rusia de los mercados de energía europeos y a obligar a Europa a comprar gas natural licuado producido en Estados Unidos, pero caro, aunque su escala de producción aún sea pequeña,” dijo Putin. “Hay intentos de poner obstáculos en el camino de nuestros esfuerzos de crear nuevas rutas de energía –South Stream y North Stream-, aunque la diversificación de la logística sea económicamente eficiente, benéfica para Europa al resguardar su seguridad.”

 

Tal estrategia, afirmó Putin, se ha establecido a costa de otros, fundada en la confianza personal, en el egoísmo y en proclamaciones de excepcionalismo, pero no traerá respeto ni grandeza verdadera. Por el contrario, evocará rechazos y resistencias naturales y justificadas. El resultado resaltó, será el crecimiento continuo de tensiones y discordias, en lugar de tratar de establecer en conjunto un orden internacional firme y estable, abordando las dificultades técnicas, ambientales, climáticas y humanitarias que enfrenta toda la raza humana.

 

Advertencia sobre un admirable nuevo mundo

El presidente ruso, hizo observaciones precisas sobre el impresionante progreso científico y técnico, destacando la “automatización robótica y digitalización,” que están provocando cambios sociales, económicos y culturales profundos.”

 

Aunque ofrecen perspectivas y oportunidades antes inconcebibles, señaló que, al mismo tiempo, debemos encontrar respuestas a muchas preguntas: “¿Qué lugar ocuparán las personas en el triángulo ‘humanos-máquinas-naturaleza’? ¿Los estados serán capaces de tomar medidas para atender la vida normal, debido a los cambios en el clima y en el ambiente?

 

¿Cómo se debe mantener el empleo en la era de la automatización? ¿Cómo se interpretará el Juramento hipocrático cuando los médicos posean capacidades semejantes a las de hechiceros todo poderosos? Y la inteligencia humana, finalmente, ¿perderá la capacidad de dominar a la inteligencia artificial? ¿La inteligencia artificial se convertirá en una entidad separada independiente de nosotros?”

 

Continuando, agregó, los factores geopolíticos -el territorio de un país, su poderío militar y los recursos naturales- eran importantes, empero ahora hay también otro factor, el factor científico y técnico, cuya gran importancia aumentará todavía más, en una dinámica que tiene un “potencial de cambios fundamentales” y, por ello, “el aspecto científico y técnico se convertirá en un factor de importancia universal y política.”

 

Pero un futuro armonioso, afirmó, es imposible sin la responsabilidad social, sin la libertad, sin la justicia y sin el respeto de los valores éticos tradicionales y de la dignidad humana. En caso contrario, en vez de un mundo de prosperidad y de nuevas oportunidades, este “admirable mundo nuevo” se transformará en un mundo de castas totalitarias, conflictos y divisiones todavía mayores.

 

La oportunidad histórica perdida

Putin, por primera vez, pormenorizó lo que resultó equivocado en las relaciones entre las dos grandes superpotencias, Estados Unidos y Rusia, a partir de la década de 1990, cuando “una oportunidad realmente única afloró para abrir un capitulo verdaderamente nuevo en la Historia. Quiero decir, el periodo posterior al fin de la Unión Soviética.”

 

Entre los debates, el breve intercambio de ideas entre Putin y el ex embajador alemán Hans-Friederich von Plötz ilustra las raíces de la profunda desconfianza y del sentimiento de humillación del lado ruso. Al referirse a los debates con otros participantes del foro, von Plötz afirmó: “Quedé en choque con el pesimismo sobre nuestras relaciones. Traté de recordarle que durante la Guerra Fría las diferencias eran mayores y que nuestras generaciones más jóvenes, en particular, pero también la comunidad empresarial está descontenta con la situación actual. Entonces, tal vez, señor, podría darme y también a su prensa un poco de valor y decir ‘puede no parecer tan bien como debería ser, pero hay perspectivas y estoy trabajando en eso’?”

 

Putin respondió:

“Usted sabe que, es cierto, tiene razón; nosotros teníamos más diferencias y malentendidos en la época soviética. Sin embargo, usted sabe qué había una proporción todavía mayor? El respeto. (…) Nosotros acostumbramos ser más respetuosos con los intereses unos de los otros. Es claro, el respeto se debe fundar en el poder económico y militar. De eso no hay duda. Nosotros mismos somos culpables en gran medida por ponernos en esa posición.

 

En la situación humillante, como en la década de 1990, cuando permitimos que ustedes entrasen en nuestras instalaciones nucleares, y esperamos que ustedes hiciesen lo mismo con nosotros. Sin embargo, ustedes no lo hicieron, y esperar que lo hicieran, fue probablemente, una estupidez de la parte de aquellos que hicieron eso, en la nueva Rusia. Sin embargo, me gustaría terminar mis observaciones con una nota positiva.

 

Creo que mucho de la solución de los problemas de interés para ustedes y para nosotros depende de que trabajemos juntos. Esto nos debe ayudar a mantener el foco en el pensamiento de que nuestras perspectivas son buenas. Acabamos de hablar sobre Siria.

 

Para reiterar –no creo que yo pueda divulgar los detalles-, pero tenemos un diálogo de trabajo, en el ámbito de los servicios especiales, del Ministerio de Defensa y del Ministerio de Relaciones Exteriores, casi semanalmente. Conseguimos algunos resultados, lo que significa que somos capaces de hacerlo. Creo que ese forma de actuar se debe practicar en otros campos de nuestra interacción”.

 

Putin habló de una cierta vanagloria que crece en Occidente:

“Luego de dividir la herencia geopolítica de la Unión Soviética, nuestros socios occidentales se convencieron de la justicia de su causa y se declararon vencedores de la Guerra Fría, como mencioné, y comenzaron a interferir abiertamente en los asuntos de estados soberanos y a exportar la democracia, así como el liderato soviético había tratado de exportar la revolución socialista al resto del mundo en su época.

 

Nos enfrentamos a la redistribución de las esferas de influencia y a la expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Por estar Rusia, probablemente, confiada en exceso, y eso condujo a errores, como resultado de dos décadas y media perdidas, lo que vemos es la desconfianza mutua y un desequilibrio mundial que se hace cada vez más intenso.

 

Hay más egoísmo, mientras que las instituciones internacionales, proyectadas para armonizar los intereses y formular un plan conjunto, se están corroyendo, y los tratados internacionales multilaterales fundamentales y los acuerdos bilaterales se están desvalorizando”.

 

 La ruptura de los acuerdos bilaterales

Putin mencionó la cooperación nuclear Estados Unidos-Rusia, un campo donde los dos países asumen una responsabilidad especial, lamentando que ciertos acuerdos bilaterales firmados en la década de 1990 fueron distorsionados por los estadounidenses:

 

“El primero de ellos, el programa Nunn-Lugar, fue firmado el 17 de junio de 1992. El segundo, el programa HEU-LEU, fue firmado el 18 de febrero de 1993. El uranio enriquecido era convertido en uranio poco enriquecido, de ahí las siglas HEY.LEU (en inglés, highly enriched uranium y low enriched uranium).

 

Los proyectos en el ámbito del primer acuerdo abordaban la actualización de los mecanismos de control, contabilidad y protección física de materiales nucleares, desmantelamiento y captación de submarinos y reactores termonucleares de radioisótopos.

 

Los estadounidenses hicieron 620 visitas de inspección a Rusia, para verificar el cumplimiento de los acuerdos y visitaron “el lugar más sagrado” del complejo de armas nucleares de Rusia, las empresas involucradas en la creación de ojivas, municiones y armas nucleares. Es decir, Estados Unidos obtuvieron el acceso a todas las instalaciones secretas de Rusia.

 

“En cuanto al segundo acuerdo, los estadounidenses hicieron más de 170 visitas a nuestras plantas de enriquecimiento nuclear, para visitar las zonas más restringidas. En la planta de enriquecimiento nuclear más poderosa del mundo, el complejo electroquímico de los Urales, había hasta un puesto de observación permanente.

 

Además, había 100 especialistas de diez organizaciones diferentes de Estados Unidos, los que realizaban inspecciones extras en cualquier momento sin previo aviso. Todo esto duro diez años. Por los términos del acuerdo, 500 toneladas de uranio de grado militar se retiraron de la circulación militar de Rusia, lo que equivale a 20 mil ojivas nucleares.

 

El programa HEU-LEU se convirtió en una de las medidas más eficaces del verdadero desarme en la historia de la humanidad. También los especialistas rusos visitaron el lado de Estados Unidos, pero con las condiciones de Estados Unidos. El lado ruso demostró una apertura y confianza sin precedentes”.

 

Sin embargo, resaltó, Rusia recibió a cambio: “negligencia total de nuestros intereses nacionales, el apoyo al separatismo en el Cáucaso, acciones militares que le daban forma al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como el bombardeo de Yugoslavia y de Belgrado, la introducción de tropas en Irak y así sucesivamente. Una vez que las condiciones del complejo nuclear, de las Fuerzas Armadas y de la economía se habían visto, el Derecho internacional pareció ser innecesario.”

 

También mencionó que, en la década de 2000, aunque haya habido una nueva etapa de asociación verdaderamente equitativa, marcada por la firma de tratados estratégicos y de acuerdos sobre el uso pacífico de la energía atómica, el Acuerdo 123, de 2014, la parte estadounidense suspendió unilateralmente el trabajo. Del mismo modo, Rusia ratificó el Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares hace más de 17 años, pero ¡Estados Unidos todavía no lo hacen! Ellos se retiraron del Tratado Contra Proyectiles Balísticos en 2002 y, a pesar de la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas y Seguridad Internacional, Estados Unidos, al contrario de Rusia, no cumplieron sus compromisos.

 

Responsabilidad con el futuro: sólo podemos tener un futuro compartido

Putin subrayó que la responsabilidad con el futuro es lo que debe unirnos. Señaló el papel exclusivo de Naciones Unidas:

 

“En nuestra opinión, la ONU, con su legitimidad universal, debe continuar siendo el centro del sistema internacional. Nuestro objetivo común es aumentar su autoridad y su eficacia. Hoy, no hay otra opción que no sea la ONU. El sistema de Naciones Unidas necesita reformas, pero estas solo pueden ser graduales, evolutivas y, claro, deben contar con el apoyo de la gran mayoría de los participantes del proceso internacional, dentro de la misma organización y por consenso amplio. (…)

 

En la Naciones Unidas está representada la mayoría absoluta de los estados soberanos del mundo. Los principios fundamentales de la ONU se deben preservar los años y décadas venideros, ya que no existe otra entidad que sea capaz de reflejar toda la gama en la política internacional. En una época en la que aparecen nuevas alianzas civilizadoras y asociaciones políticas y económicas, debemos esforzarnos para armonizar la cooperación. (…) Organizaciones regionales en las regiones euroasiática, americana, africana y de Asia-Pacífico deben actuar bajo los auspicios de Naciones Unidas y coordinar sus trabajos.

 

Mientras, cada asociación tiene el derecho de funcionar de acuerdo con sus propias ideas y principios, que correspondan a sus aspectos culturales, históricos y geográficos. Es importante combinar la interdependencia y la apertura internacionales con la conservación de la identidad única de cada nación y de cada región. Debemos respetar la soberanía como base en la que se cimenta todo el sistema de relaciones internacionales.”

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