El exespía ruso Sergéi Skripal fue dado de alta en un hospital británico más de dos meses después de haber sido envenenado con un agente neurotóxico, dieron a conocer los médicos este viernes.
Skripal y su hija Yulia fueron encontrados inconscientes en la ciudad inglesa de Salisbury el 4 de marzo pasado, y pasaron semanas en estado crítico.
Yulia se recuperó más rápido que su padre y salió del hospital el mes pasado.
Padre e hija fueron trasladados a una ubicación no desvelada por su seguridad.
Gran Bretaña sostiene que la pareja fue envenenada con un agente neurotóxico de grado militar y que Rusia estuvo detrás del ataque.
Moscú niega su implicación en una agresión que ha mermado la relación entre Rusia y Occidente.
“Existen todos los indicios de que se trata de un secuestro violento de ciudadanos rusos, o de su participación forzada y obligada en una puesta en escena” para acusar a Rusia de haber envenenado a los Skripal, dijo hoy en una rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
La Policía Metropolitana de Londres publicó un comunicado firmado por Yulia Skripal, de 33 años, en el que la mujer desacredita a su prima Viktoria, que vive en Moscú y que ha hablado a medios rusos sobre la situación del padre e hija envenenados.
Yulia Skripal aclaró que las “opiniones” de su prima no son las suyas ni las de su padre, y le pidió que no la visite ni trate de contactar con ella.
Zajárova puso en duda la autenticidad del comunicado difundido por las autoridades británicas, en el que la hija del exespía ruso también rechaza, aunque agradece, la ayuda ofrecida por el consulado ruso en Londres.
El comunicado, denunció la diplomática, “está redactado de una manera que confirma la declaración oficial de las autoridades británicas y excluye la posibilidad de cualquier contacto de Yulia con el mundo exterior”.