El exsecretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos, Tom Price, gastó 341 mil dólares de forma “inapropiada” en viajes en los poco más de siete meses que estuvo al frente de la cartera, informó la Oficina del Inspector General (OIG).
Los resultados de la investigación de esta institución de control al Gobierno concluyen que de un total de 21 viajes del exsecretario analizados por las autoridades, 20 de ellos, incluidos 12 vuelos chárter, “no cumplían con los requisitos federales” y supusieron el desembolso de cientos de miles de dólares.
Esta investigación tenía por objetivo dilucidar si, como denunció hace meses la prensa, Price había incurrido en gastos injustificados al recurrir con frecuencia al uso de vuelos privados en sus desplazamientos oficiales, lo que le valió una ola de críticas que hicieron insostenible su situación en el Ejecutivo.
DESPEDIDO POR SU ABUSOS
La dimisión de Price en septiembre pasado se produjo horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera a los medios de comunicación que estaba evaluando la posibilidad de despedirlo por las revelaciones que apuntaban los abusos del funcionario.
Asimismo, la OIG afirmó en su investigación que, en general, “no existe un suficiente control” de los gastos en el HHS.
“El control de la autorización de los gastos y cheques viaje es insuficiente y el hecho de que muchos empleados no completaran los cursos de formación sobre el uso de tarjetas bancarias para los viajes contribuyó a que no se cumplieran las condiciones”, apunta el informe.
MEJORAR PROCESOS DE CONTROL INTERNO
Por último, la OIG insta al HHS a mejorar sus “procesos de control interno” relacionados con el uso de vuelos privados para garantizar el cumplimiento de las normativas federales.
Antes de presentar su renuncia, Price reconoció que no había sido “suficientemente sensible” con los contribuyentes y se comprometió a colaborar con la investigación interna abierta por el Departamento de Salud y a pagar estos viajes de su propio bolsillo, nada de lo cual, sin embargo, le sirvió para conservar el puesto.