¿Qué pensarías si te dijeran que los aliens son nuestros descendientes? El microbiólogo Dan Burisch, quien trabajó en la ya mítica Área 51, afirma que ello es cierto.
En junio de 2007, Burisch, entrevistado por el programa de misterios de internet Proyecto Camelot, habló de todo lo concerniente a tecnologías secretas de viaje en el tiempo que maneja Estados Unidos, mediante el grupo Majestic-12, un organismo creado por el presidente Harry Truman, tras el incidente de Roswell, cuya misión es estudiar los objetos extraterrestres que llegaban a manos del gobierno norteamericano.
El experto en vida celular, reveló que mientras laboraba en el Área 51, se enteró de cosas que la gente desconoce y no sólo de seres distintos a nosotros y sus respectivas naves, sino de entradas directas a otros mundos llamadas “portales estelares” o “stargates”, tal como lo muestra la serie de ciencia ficción que lleva el mismo nombre. Militares y científicos estadounidenses, han atravesado en diversas ocasiones dichos portales y establecieron contacto con otras civilizaciones.
Además, advirtió que al menos 50 de ellos se encuentran repartidos por todo el Planeta Tierra y que son controlados por varios países. Estos portales serían de tres tipos: los primeros son las “Yellow book”, que permiten al usuario ver su propio futuro; los segundos, son agujeros de gusano de origen natural que se encuentran en puntos concretos del mundo y permiten transportar personas y objetos a otros planetas o estrellas; y el tercer tipo, se trata de agujeros de gusano de creación humana. El grupo Majestic 12 habría construido diversos bajo el proyecto Looking Glass, y se emplearían en combinación con los “Yellow book” para ver el futuro.
De acuerdo con Burisch, los objetos voladores no identificados, es decir, ovnis, no son naves extraterrestres, sino viajeros del tiempo que se dividen en tres grupos: P-45, humanos que provienen de 45 mil años en el futuro; P-52, humanos que provienen de 52 mil años en el futuro; y P-52-Orión, también de 52 mil años en el futuro, pero se trata de una evolución diferente de la raza humana que proviene de la constelación de Orión, por lo que este grupo tiene un aspecto distinto a los otros; el microbiólogo detalló que se ignora en qué momento de la historia la humanidad P-52-Orión se separó de la rama humana principal.
Por otra parte, Burisch declaró que el futuro no es fijo, sino que va cambiando según la evolución del presente. Por ello, los “stargates” proporcionan visiones que van cambiando y, partiendo de ahí, una red de superordenadores analiza la información y determina las probabilidades de posibles futuros.
La revelación más impactante es que en algún momento del futuro, puede producirse una gran catástrofe que matará a cuatro mil 500 millones de personas, sin embargo, Dan Burisch no especificó en qué consistiría dicha tragedia ni sus proporciones.
