Como parte de su recorrido por la Vieja Habana, la familia Obama visitó la catedral bajo una fuerte lluvia, todos cubriéndose con paraguas negros; la primera dama Michelle Obama sostuvo la mano de su madre cuando caminaban cuidadosamente sobre las piedras resbaladizas en la plaza frente a la iglesia.
Cientos de personas que se reunieron en la plaza aplaudieron y gritaban el nombre del presidente Barack Obama mientras la familia avanzaba hacia la catedral. El mandatario estadounidense se detuvo durante unos cuantos minutos saludando a algunos de los presentes antes de entrar al recinto.