El expresidente de México, Felipe Calderón, defendió firmemente su estrategia en contra del narcotráfico y aseguró que, de haberse mantenido, el país ya habría logrado liberarse de este flagelo. Estas declaraciones fueron realizadas durante la presentación de su libro titulado “Decisiones difíciles”, donde abordó diversos aspectos de su administración, incluida su lucha contra el crimen organizado.
Según Calderón, si tanto Enrique Peña Nieto como Andrés Manuel López Obrador hubieran continuado con la denominada “Guerra contra el narco”, México habría superado de manera considerable el problema de la inseguridad. “En 2011, en los últimos dos años de mi gobierno, los homicidios disminuyeron aproximadamente un 25 por ciento. Esa tendencia continuó durante los primeros dos años del gobierno de Peña Nieto. Sin embargo, en 2015, esa reducción se detuvo y los homicidios repuntaron. ¿La razón? El abandono de los esfuerzos contra el narcotráfico”, explicó el exmandatario.
Calderón añadió que, si la estrategia de reconstrucción institucional que él implementó en su sexenio hubiera seguido su curso sin interrupciones, tanto en el gobierno de Peña Nieto como en el de López Obrador, México habría avanzado significativamente en la erradicación del narcotráfico y la violencia asociada.
Crítica a la estrategia de “abrazos y no balazos”
En el mismo contexto, Calderón también expresó su desaprobación hacia la estrategia de seguridad adoptada por el presidente López Obrador, conocida como “Abrazos, no balazos”. Esta política, que hace énfasis en una intervención menos agresiva y más orientada al diálogo y la paz social, ha sido muy debatida en el país. Según el expresidente, esta estrategia ha permitido que grupos criminales se fortalezcan y tomen el control de más territorios.
“Dejar de lado una estrategia robusta de combate al crimen, como ‘abrazos, no balazos’, equivale a permitir que los grupos criminales sigan apoderándose de pueblos y ciudades”, afirmó Calderón. A lo largo de su intervención, el exmandatario subrayó que el no enfrentar directamente al crimen organizado podría ser una invitación a que estos actores ilícitos se expandieran aún más, lo que incrementaría la inseguridad y la violencia en todo el país.
Contexto sobre la “Guerra contra el narco” y su impacto
La llamada “Guerra contra el narco” fue una de las principales políticas de seguridad implementadas por Calderón desde el inicio de su mandato en 2006. Esta estrategia consistió en un despliegue militar en diversas regiones del país con el objetivo de debilitar a los cárteles de la droga, especialmente en estados como Sinaloa, Guerrero y Michoacán. Aunque algunos informes de seguridad indicaron que hubo avances en la desarticulación de organizaciones criminales, la política también fue ampliamente criticada por la violencia y los altos índices de homicidios que se generaron como consecuencia del enfrentamiento directo.
El debate sobre la efectividad de estas estrategias ha continuado siendo uno de los temas más controversiales en la política mexicana. Por un lado, algunos sectores defienden la necesidad de un enfoque más contundente para erradicar el crimen organizado; mientras que otros argumentan que una estrategia más orientada hacia la prevención, el fortalecimiento de las instituciones y la justicia social es clave para abordar la raíz del problema.
Reflexiones sobre el futuro de la seguridad en México
Hoy en día, el narcotráfico sigue siendo uno de los problemas más graves para la seguridad en México, y la situación no parece mejorar de manera significativa. Los tres últimos sexenios han sido marcados por altos niveles de violencia, aunque con diferentes enfoques y estrategias para enfrentarlo. La cuestión central que plantea Calderón es si México puede realmente superar este problema solo a través de la militarización y la confrontación directa con los grupos criminales, o si se requiere un enfoque más integral que combine seguridad, justicia y desarrollo social.
De cara al futuro, muchos expertos coinciden en que la solución al narcotráfico en México debe ser multifacética. Es fundamental la colaboración entre las fuerzas del orden, la justicia y las comunidades afectadas, pero también la implementación de políticas sociales que promuevan la inclusión y reduzcan las desigualdades que alimentan el crimen organizado.
En conclusión, las declaraciones de Felipe Calderón continúan alimentando el debate sobre la mejor estrategia para enfrentar el narcotráfico en México, un tema que sigue siendo de gran relevancia para la seguridad y el bienestar del país.
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