Una mezcla de OxyContin con fentanilo provocó la sobredosis que casi mata a Demi Lovato, según informó TMZ. La cantante y actriz solicitó a su dealer algo para continuar la fiesta el pasado 24 de julio, pero lo que le entregaron contenía más que la tradicional heroína que solía recibir.
Demi pasó el día en el jolgorio: por la noche asistió a una fiesta en WeHo después de haber festejado un cumpleaños en el Saddle Ranch, ubicado en el Sunset Strip, pero fue hasta que su proveedor le entregó dos paquetes de papel aluminio que todo cambió.
De acuerdo con TMZ, el traficante tiene costumbre de comprar droga proveniente de México, por lo que el lote que le entregaron y del que tomó una dosis para llevarla a la cantante nominada al Grammy iba con una porción de fentanilo, la droga que mató a Prince.
Lovato fue encontrada inconsciente por los servicios médicos en su casa de Los Ángeles el pasado 25 de julio, después de sufrir una sobredosis; tras permanecer dos semanas en el clínica Cedars-Sinai de Los Ángeles, se internó en un centro de rehabilitación, sin embargo, trascendió que abandonó el lugar para entrevistarse con un especialista en Illinois.
Esta droga es la siguiente migración de los cárteles en cuanto a la obtención de beneficios”, señaló Jack Riley, administrador adjunto de la Dirección de Control de Drogas.
“Esta droga será el corazón de la comercialización de los cárteles”, afirmó.
Según la investigación del periodista Azam Ahmed, la popularidad del fentanilo, entre los cárteles “se debe a una narrativa familiar: los cambios en el mercado de las drogas ilegales y el oportunismo básico”.