Enrique Vela y Kevin Torres les hicieron creer a sus familiares que delincuentes de la ciudad de Tijuana los secuestraron, lo que causó un operativo para su ubicación.
El 29 de enero, un cómplice se dio a la tarea de notificar a su familia que logró ver a hombres armados tomar a la fuerza y meter a los muchachos en una camioneta al salir de la escuela, los familiares de los jóvenes intentaron localizarlos y al no obtener respuesta fueron con la policía para presentar el reporte y solicitar su búsqueda inmediata.
Esa misma tarde los agentes de policía localizaron a los jovenes que confirmaron haber sido privados ilegalmente de la libertad por personas de la Policía Ministerial, empero, al encontrarlos tenían aliento alcohólico y al final admitieron que habían mentido sobre el suceso para poder salir con otras féminas sin que nadie supiera.
¿Qué opinas?