Bild, uno de los diarios más vendidos en Alemania, lanzó un interesante reportaje para intentar explicar el pésimo rendimiento de la selección alemana en el Mundial Rusia 2018. Según Bild, varios de los seleccionados teutones se volvieron adictos a Fortnite, uno de los videojuegos más populares del momento.
Pero no sólo eso, si la información es cierta, los jugadores más jóvenes están enganchados a Fortnite, pero los veteranos también dedicaban muchas horas de su tiempo libre jugando FIFA 18 y Call of Duty.
Lo peor de todo es que no descansaban bien, y se desvelaban en partidas grupales, que afectaban su rendimiento en las canchas. También notaron que otro grupo de seleccionados se desvelaba chateando a través de sus smartphones.
ADICCIÓN DE JUGADORES
La noticia de la adicción de varios seleccionados alemanes a los videojuegos llegó hasta oídos del entrenador Joachim Löw y el director de selección Oliver Bierhoff, y primero pidieron por las buenas que no se desvelaran jugando.
Pero, al ver que seguían dedicando muchas horas a su pasatiempo, decidieron llegar a un acuerdo con el Vatutinki Spa Complex, el sitio de concentración de la selección, y cortar el internet del recinto después de una hora prudente.
¿AFECTAN EL RENDIMIENTO EN LA CANCHA?
Aunque parece exagerado culpar a los videojuegos del mal rendimiento de la selección alemana, ésta no sería la primera ocasión que los juegos de video son señalados por afectar a futbolistas de talla internacional.
En Francia 1998 se acusó a la consola PlayStation de provocar convulsiones en Ronaldo antes de la final que perdió Brasil en contra del equipo local. En ese entonces, también se acusó a Nike de obligar a jugar la final a Ronaldo, a pesar de sus problemas de salud, por cuestiones comerciales.