La figura de Francisco Toledo, uno de los máximos exponentes del arte plástico del México contemporáneo, pervive como sello indeleble en el pórtico del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) que él mismo fundó en dicha ciudad.
Oaxaca enmudeció ante la noticia de la partido del Tio Min. En la puerta del IAGO, tanto decenas de veladoras, flores y cartulinas como también manuscritos emotivos:
“Gracias maestro, por tanto amor”, “Maestro, la fuerza de tu ser queda en los corazones de quienes te conocimos”, son contraste de las manifestaciones sonrientes que genera la creación artística ahí dentro.
Los papalotes creados e intervenidos con símbolos que remiten a la mexicanidad, producto de las manos indígenas de Francisco Toledo, vuelan al cielo.
En el interior del instituto se levantó, apenas corrió la noticia de la muerte del maestro la noche de este jueves, un altar en su memoria.
UN PUEBLO QUE LE LLORA AL ARTISTA Y AL AMIGO
Por él desfilaron —en el transcurso de la velada— decenas de personas entre familiares, amigos, compañeros de luchas sociales y causas culturales, y vecinos del lugar; sin embargo, es la juventud oaxaqueña quien más ha llorado, hasta hoy, la pérdida de quien es considerado símbolo del arte y la dignidad del artista.
Quienes lo veían caminar sin prejuicios ni temores, sereno y amable por el Andador Turístico donde se levanta el IAGO o por la biblioteca o el museo, lo extrañan desde ahora. “Llegamos a quererlo de verdad”, coinciden sus alumnos.
Para ellos, Francisco Toledo es un hombre amado, un artista admirado y un ser humano reconocido y respetado.
Su herencia cultural y artística, dicen los estudiantes, durará mucho más que los 79 años de su presencia física en este mundo. La importancia de la vida es morir por un futuro, eso sabía Francisco Toledo.
Los homenajes nacionales se sucederán a partir de este viernes en Oaxaca y la Ciudad de México.
Francisco Toledo dejó el plano terrenal para pasar a formar parte de las páginas de la historia cultural de México. Como él, sus papalotes vuelan al cielo.