Gobierno chino “desaparece” a magnate que evidenció fallas de China en el manejo del coronavirus

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El régimen chino continúa mostrando al mundo sus peores caras: por un lado, un manejo irresponsable y tardío del brote del coronavirus, epicentro de la pandemia que ya se cobró la vida de más de 83 mil personas alrededor del planeta en apenas tres meses; por el otro, una feroz persecución de aquellos que alcen la voz por la administración de la crisis viral que realizó el gobierno de Xi Jinping.

Al hombre más poderoso de China no le tiembla el pulso al momento de hacer rugir el castigo. Médicos, enfermeros, científicos, periodistas y blogueros fueron censurados por la maquinaria represiva del Partido Comunista Chino (PCC) y obligados a retractarse. Hasta aquellos que advirtieron sobre un nuevo tipo de cepa similar al SARS fueron reprimidos para que no continuaran con las malas noticias que enfurecían al patrón. Su voz hubiera podido evitar la catástrofe sanitaria y humana que se padece en la actualidad.

Pero no sólo con los más terrenales se involucra el régimen. Ren Zhiqiang (69 años), uno de los hombres más poderosos del sector de los bienes raíces y con nexos anteriores a la cúpula del poder, cuestionó la gestión que Jinping hizo de la epidemia nacida en Wuhan y la falta de alertas tempranas que emitió su gobierno para evitar su expansión internacional. Lo llamó “payaso” y fue desaparecido. Nadie sabe dónde se encuentra aunque algunos sospechan que podría estar en una prisión cercana a Beijing.

Había escrito un extenso ensayo el pasado 23 de febrero en el cual cuestionó punto por punto el manejo hecho de la crisis del COVID-19 y la falta de respuesta eficiente del aparato estatal. En él comparó a Jinping con un “payaso que sin ropa estaba todavía decidido a ser emperador”. “Cuando no hay medios para representar a la gente e informar sobre la situación real, solo nos quedan personas que pierden la vida por el virus y el daño colectivo del sistema político gravemente enfermo como resultado”, escribió con valentía Zhiqiang, sabiendo que sus palabras tendrían consecuencias sobre su vida. Sobre todo, teniendo en cuenta que por una declaración similar había sido detenido en 2016.

Esta vez, volvió a encender las luces de alarma cuando notó que el aparato propagandístico chino se enfocaba en resaltar los esfuerzos hechos con posteridad a la crisis y a lavar su imagen ante el mundo, en lugar de reconocer los groseros errores estructurales que realizó. De acuerdo al escrito de Zhiqiang aquellos “que están en el poder no quieren aceptar ninguna responsabilidad y rechazan el deseo de la sociedad de saber quién es el responsable. Solo quieren mostrar ‘grandes logros’ para encubrir su propio escándalo y, al mismo tiempo, usar todo tipo de medios controlados por el partido y el llamado sistema de ‘educación propagandística y guía de opinión’ para ordenar y perfeccionar el sistema de entrega de información, para propagar la política del Centro, todos esos logros fascinantes y conmovedores, para guiar la ‘energía positiva’ de la opinión pública, a fin de cerrar firmemente todas las llamadas para descubrir lo que realmente sucedió”.

El jefe del régimen chino, Xi Jinping, pasea por las calles de Wuhan mientras permanecía en cuarentena, casi dos meses después de que se iniciara en brote en aquella ciudad de la provincia de Hubei (Reuters)

El jefe del régimen chino, Xi Jinping, pasea por las calles de Wuhan mientras permanecía en cuarentena, casi dos meses después de que se iniciara en brote en aquella ciudad de la provincia de Hubei (Reuters)

El magnate del real estate estaba cometiendo un pecado capital: dejar al descubierto las miserias y las fallas de un sistema político corrupto que sólo atenta contra los derechos del pueblo chino en beneficio de un partido todopoderoso y omnipresente. Y prosiguió: “Pero este tipo de propaganda encubierta, básicamente solo puede engañar a aquellos que quieren ser engañados, no hay manera de que pueda engañar a aquellos que creen en los hechos y la realidad. No importa qué éxito hayamos tenido hasta ahora en el control de la enfermedad, no hay forma de recuperar las vidas perdidas y los días felices perdidos, las pérdidas de familias destrozadas. Y no hay forma de recuperar las enormes pérdidas económicas causadas por el virus y la pérdida de la búsqueda de personas para una vida feliz”.

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Fuente: Infobae

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