Un 22 de enero de 1898 nació Sergei Eisenstein, cineasta judío que cambió, para siempre, la manera de editar y que fue posteriormente considerado como el padre del montaje, debido a sus revolucionarias ideas.
Sergei, quien se dedicó al teatro hasta los 25 años, ingresó al mundo del séptimo arte muy joven aunque encontró serias trabas para desarrollarse debido a sus ideas comunistas, distintas a las de Stalin.
Por los conflictos con el gobierno tuvo que emigrar a Estados Unidos, luego llegó a México entre 1930 y 1932 y finalmente regresó a Moscú.
EL ACORAZADO POTEMKIN
Entre sus filmes más destacados se encuentran ‘El acorazado Potemkin’, ‘La Huelga’ y ‘Octubre’. La primera de estas, estrenada en 1925, fue, quizá, su obra más aplaudida, basada en la Revolución Rusa de 1905.
Eisenstein aplicó una técnica innovadora en el cine, todavía precario, pues logró “manipular las emociones de la audiencia con su forma de mostrar las secuencias”.
El cineasta murió el 11 de febrero de 1948 luego de un infarto.