Estas personas disfrutaban de un día soleado con su mascota, hasta que de repente se percataron de que muy cerca de la orilla se estaba llevando a cabo una impactante pelea entre un tiburón y una orca.
Al estar tan cerca de la orilla, este perro tomó la decisión de acercarse a ellos y… ¡ponerse a jugar!
Por fortuna resultó ileso el travieso y entrometido can.