En el tercer y último debate presidencial los ataques verbales entre los candidatos volvieron a hacerse presentes y Ricardo Anaya protagonizó, nuevamente, uno de los puntos más álgidos cuando acusó a Andrés Manuel López Obrador de beneficiar a la empresa de José María Riobóo Martín con adjudicaciones directas de construcción cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, insinuando un acto de corrupción.
Ante las acusaciones, la compañía, que lleva como nombre el apellido del empresario, salió al quite y mediante un comunicado aseveró que nunca se ha dedicado a la construcción, que su trabajo se apega a la ley y que nunca ha aceptado, ni aceptará, participar en actos indebidos o de corrupción.
La empresa dio a conocer que jamás ha construido físicamente algo y que su labor consiste en diseño de ingeniería especializada o de ‘gerenciamiento’, coordinación o supervisión, al tiempo que aceptó haber participado en diversos procesos de asignación de contratos públicos por medio de licitaciones o asignaciones directas del 2000 al 2005 en la capital del país.
Resaltó que en la asignación de contratos participó dentro de las reglas y normas establecidas por quienes solicitaron los servicios de la empresa, en el marco de la ley, e informó que con el Gobierno del Distrito Federal ha trabajado desde 1978 hasta la fecha con diferentes administraciones surgidas de diferentes partidos políticos, tanto en procesos licitatorios como en asignaciones directas, sin que recibiera trato preferencial.
La empresa aseguró que si las acusaciones de Ricardo Anaya continúan se tendrán que dirimir en los tribunales correspondientes.
En el comunicado, Riobóo especificó que en el caso de los segundos pisos brindaron estudios topográficos, de mecánica de suelos, sismológicos, de diseños y cálculos geométricos, entre otros, y que se le otorgó el contrato vía asignación directa pues resultaba la solución más económica y conveniente al interés público.
Sobre la aseveración de Anaya respecto a que las “pestes” que habla Andrés Manuel del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México se relacionan con Riobóo, por haber perdido la licitación para construir las pistas, la empresa confirmó que sí participó en dicho concurso, perdió y asumió no impugnar ni presentar recurso alguno “a los que legalmente teníamos derecho”.
De la misma manera, corroboró que fueron invitados por el tabasqueño para encontrar una solución alternativa, más barata y menos compleja “que sirviera como un nuevo centro aeropuertario para el país y que pudiera brindar los servicios requeridos con una inversión que fuera menos costosa para el erario”.
Fuente: reporteindigo.com