Rosa María Espinosa Valdemar, doctora en Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (UAM-A), desarrolló una tecnología que permitirá desintegrar los pañales desechables, a fin de disminuir los problemas de contaminación en la Ciudad de México.
Por más de diez años, Espinosa Valdemar, realizó ensayos con el hongo Pleurotus, ya que es un organismo que degrada la celulosa y tiene un manejo sencillo: “El desarrollo tecnológico consta de un nuevo proceso que utiliza el hongo Pleurotus para degradar de forma acelerada la celulosa contenida en el pañal desechable, la cual representa entre 80 y 90% de la totalidad del mismo”.
Comentó que este organismo sólo degrada la celulosa del pañal, sin embargo, aunque el plástico y otros materiales de los pañales subsisten, el volumen de un pañal degradado disminuye considerablemente, de un kilogramo, por ejemplo, a 300 gramos.
Asimismo, indicó que este proyecto se aplicó en residuos sólidos de guarderías y centros de desarrollo infantil y, hasta el momento, sólo se degradaron pañales que contienen orina, debido a que la cantidad de estos desechos -en comparación con pañales que contienen residuos fecales-, es mayor. Por otra parte, el tratamiento de pañales con residuos fecales requiere condiciones de mayor control y complejidad.
La investigadora de la UAM, reveló que la degradación de pañales desechables es compleja debido a la composición mixta de los mismos, pero si las condiciones son adecuadas, esta tecnología garantiza una desintegración superior al 70% de la totalidad del pañal; y aseguró que este proceso requiere combinar los pañales con otros residuos que, al mezclarse, aportan nutrientes para los hongos Pleurotus.
Incluso, enfatizó que esta técnica podría aplicarse en empresas que fabrican los pañales, ya que en lugar de tirar la merma del producto que por motivos de salud u otros no se comercializa, podría reciclarse.
“Hoy en día las autoridades de los municipios y las delegaciones podrían realizar una recolección selectiva de pañales desechables usados y después transportarlos a una planta para su tratamiento, con nuestra tecnología por ejemplo”, concluyó Rosa María Espinosa Valdemar.
