El estado de Sinaloa atraviesa por un “reacomodo” de las organizaciones delictivas, tras la captura de Joaquín Guzmán Loera, (a) “El Chapo”, y de su principal operador, Jorge Iván Gastélum Ávila, (a) “El Cholo Iván”, el pasado 8 de enero, en el municipio de Los Mochis.
El periódico Reforma realizó un recuento de los hechos violentos que se han suscitado a partir de la recaptura del líder del Cártel del Pacífico -antes de Sinaloa-, y de los cientos de personas que fueron desplazadas de la sierra por el incremento violencia.
A principios de febrero, en el poblado de La Huerta, en Mocorito, se registró un enfrentamiento que dejó un saldo de tres elementos del Ejército fallecidos y cuatro heridos, así como dos delincuentes abatidos.
El pasado fin de semana, en Culiacán, ejecutaron a varias personas en sus domicilios y cinco fueron acribilladas en un concierto efectuado en el municipio de Elota.
De igual forma, la tarde del sábado, cuando elementos del Ejército y un convoy armado, se enfrentaron a tiros en la localidad de Corral de Piedra, en la sierra del municipio El Rosario; cuatro personas murieron.
De acuerdo con la Procuraduría estatal, el fin de semana localizaron a cuatro ejecutados en diversos puntos de Sinaloa. Además, desaparecieron cuatro personas en Los Mochis; según testigos, fueron detenidos por policías del Ayuntamiento de Ahome.
La investigación del reportero Benito Jiménez, resalta que fuentes federales afirman que Sinaloa atraviesa por un reacomodo en las células criminales de “El Chapo” y “El Cholo Iván”; además de la guerra entre los Cárteles del Pacífico y de los hermanos Beltrán Leyva, al disputar el dominio de la plaza, y las diferencias entre pistoleros de Ismael Zambada, (a) “El Mayo” y de Joaquín Guzmán.
