A Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, se le hospitalizó en la madrugada del lunes luego de quejarse de dolores abdominales y se le someterá a exámenes ante la sospecha de que pueda estar con una nueva obstrucción intestinal, pero está bien de salud, da a conocer la Presidencia del país Sudamericano.
Bolsonaro, quien se encontraba de vacaciones en una playa en la sureña entidad de Santa Catarina, fue llevado la madrugada en avión hasta Sao Paulo, en donde fue ingresado en el Hospital Vila Nova Star, cuyos médicos lo están tratando desde que padeció un atentado en 2018 que le afectó precisamente el abdomen.
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