Jeanine Áñez, la autoproclamada Presidenta interina de Bolivia advirtió a México que se arriesga a vivir lo mismo que su país al haber elegido a Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con la cadena CNN, sostuvo que los mexicanos le dan mucha pena por haberle dado asilo político a Evo Morales y por haber elegido a AMLO como Presidente de la República.
HABLA DEL PELIGRO DEL SOCIALISMO
Acotó que México se arriesga a vivir lo mismo que Bolivia:
“A mí me dan mucha pena los mexicanos, porque de algo de lo que queremos salir, ellos decidieron entrar”, indicó la senadora opositora de Bolivia.
Alertó a los mexicanos por el peligro que representan los políticos socialistas para la democracia.
“Ojalá que los mexicanos no pasen estas situaciones tan desafortunadas que hemos pasado, porque así son los socialistas, utilizan mecanismos democráticos y luego se aferran al poder y después engañan a la gente, cooptan instituciones, se termina la institucionalidad democrática”.
Aunque no pronunció su nombre, con estas palabras hizo alusión al presidente Andrés Manuel López Obrador, al señalar que México había elegido a un “socialista” y esperaba que no lo lamenten con el tiempo.
“La decisión de los mexicanos fue esa: un socialista en el poder y ojalá que no tengan que lamentarlo, como nosotros nos estamos lamentando ahora”.
EVO, ESTAFADOR DE LA DEMOCRACIA
Durante la entrevista, en la que recalcó que no es Presidenta interina sino constitucional, porque asumió el puesto como parte de una “sucesión”, Áñez acusó al expresidente Evo Morales de ser un un “estafador” de la democracia.
“Don Evo Morales es un estafador de la democracia. Nos ha robado el voto ciudadano y estos son los resultados. No contaba con que el fraude del 20 de octubre fuera tan público y descarado”.
Dijo que lo primero que hará como Presidenta de Bolivia sería crear un nuevo Tribunal Supremo Electoral y posteriormente llamar a elecciones generales, que según la Constitución, debe ser en un plazo de 90 días.
Luego de autoproclamarse mandataria interina, Áñez ingresó al viejo Palacio de Gobierno con una Biblia en la mano. Aunque nadie le tomó juramento, el jefe militar le puso la banda presidencial y le entregó el bastón de mando.