Jorge Luis Ruiz/ Fotos: Tábata Pamela Ochoa
Con su elegante vestido amarillo, Katya Azeneth Ochoa Velasco llegó de la mano de sus padres Daniel Ochoa y Sarai Velasco a la Iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores Xaltocan, en Xochimilco.
Convertida en la protagonista del célebre cuento de La Bella y La Bestia, Katya escuchó con atención la ceremonia litúrgica por su presentación de 3 años.
Sus abuelitos Elia Vallejo, Gloria Molina y Marcos Velasco, así como la madrina, Abigail Velasco e invitados seguían con emoción las bellas palabras del padre. Luis Alberto López Huerta y Gabriela López, participaron en la misa de acción de gracias.
UNA FANTÁSTICA HISTORIA
A sus escasos tres años, “a Katya le fascina y le divierte mucho el fantástico cuento de La Bella y La Bestia; no deja de ver la película de Disney y le encanta ponerse vestidos largos y con mucho vuelo, como princesa de cuento”, nos comenta con una sonrisa su mami, Saraí.
Como recordarás, La Bella y La Bestia es la historia de una joven hermosa que asume el lugar de su padre como prisionero en el castillo de una bestia. Poco a poco, la valiente Bella irá dándose cuenta de que éste no es el malvado ser que todos creen que es: en realidad es un príncipe con un gran corazón.
Luego de la ceremonia, todos los invitados se dirigieron al Castillo de Katy, ubicado en pleno corazón de Xochimilco, a fin de degustar de un delicioso pozole, acompañado de sabrosas tostadas. Aguas de sabores y refrescos saciaron la sed de los comensales.
En esta historia, en vez de carroza, la princesita Katy llegó con una rosa en la mano, asomándose por el quemacocos de un auto de color azul.
SUBASTA DE JUGUETES
No puede haber fiesta infantil sin divertidos juegos. Los niños que ganaban recibían billetitos. Enseguida dio inicio una singular subasta. Los chiquillos se sentían millonarios y divertido era verlos comprando, en miles de pesos, juguetes y souvenirs.
Como toda princesa de cuento, llegó el momento cumbre, donde Katya tuvo que bailar el vals de la mano de su valiente príncipe, su papi Daniel Ochoa Vallejo. Ataviado con un divertido saco azul con vivos amarillos, elaborado de papel crepé, ambos bailaron al compás de ”Bella y Bestia Son”, de David Bisbal y Chenoa. Emotivo momento que fue aplaudido por la concurrencia.
Los niños se emocionaron al ver llegar las piñatas alusivas, por supuesto, al cuento de “La Bella y La Bestia”. No sólo los pequeños, también los padres estaban listos para recoger los dulces que contenían las piñatas.
De pronto vimos caer al príncipe, pensamos que podía ser el hechizo de alguna malvada bruja, pero no, los chiquillos lo tumbaron por correr para quedarse con la cabeza y las botas de “La Bestia”.
TRES VELITAS