El curriculum de John P.A. Ioannidis es abrumador. Títulos enmarcados de todo tipo cuelgan de su oficina. Es médico epidemiólogo, especialista en prevención de enfermedades, experto en ciencia de datos biomédicos, matemático, y cumple funciones como codirector del Centro de Innovación Meta-Investigación en la Universidad de Stanford, donde además dicta clases combinando todos estos conocimientos y otros más que recogió a lo largo de su extensa carrera. Es continuamente consultado por Gobiernos e invitado a foros y universidades europeas para que explique cómo pueden conjugarse los fríos datos con las frías moléculas que componen un virus, por ejemplo.
Como no podía ser de otra manera, Ioannidis también se explayó sobre el coronavirus COVID-19, el virus chino que nació en un mercado de Wuhan y que se extendió por todo el mundo matando a miles de personas y enfermando a cientos de miles. Pero son justamente esos números los que el académico refuta. O al menos pone en duda para tomar las decisiones que actualmente los Gobiernos están adoptando de manera drástica y sin brújula, en muchos casos.
“La actual enfermedad coronavirus, COVID-19, se ha determinado como una pandemia que se da una vez en un siglo. Pero también puede ser considerada como un fiasco de una vez en un siglo”, comienza su artículo de opinión publicado en Stat este reconocido epidemiólogo. ¿A qué se refiere Ioannidis cuando habla de fiasco? ¿Acaso todos las administraciones a lo largo del planeta están tomando medidas apresuradas o equivocadas? La hipótesis que plantea el matemático es simple: los datos que son de público conocimiento no son suficientes como para regirse como hasta el momento.
“En un momento en que todos necesitan mejor información, desde los modeladores de enfermedades y los Gobiernos hasta las personas en cuarentena o solo en distanciamiento social, carecemos de evidencia confiable sobre cuántas personas han sido infectadas con SARS-CoV-2 o que continúan infectadas. Se necesita mejor información para guiar las decisiones y acciones de importancia monumental y para monitorear su impacto”, remarca el autor.
Y continúa: “Se han adoptado contramedidas draconianas en muchos países. Si la pandemia se disipa, ya sea por sí sola o debido a estas medidas, el distanciamiento social extremo a corto plazo y los bloqueos pueden ser soportables. ¿Cuánto tiempo, sin embargo, deberían continuar las medidas como estas si la pandemia se agita en todo el mundo sin cesar? ¿Cómo pueden saber los políticos si están haciendo más bien que mal?”.
El médico especialista en epidemias y big-data explica, además, que no está claro cuándo podrá descubrirse una vacuna que sea realmente efectiva o un tratamiento que cure a aquellos que ya están infectados.
¿Qué opinas?
Fuente: Infobae