Normalmente visto como un ritual familiar y fraternal en México y Estados Unidos, la carne asada constituye una tradición que se pasa de generación en generación y brinda una excusa para reunirse durante los fines de semana a miles de familias mexicanas.
Comprar el carbón, elegir los acompañamientos y estar al frente del asador con una cerveza mientras se espera la comida es una serie de actos que están arraigados en la cultura del consumidor mexicano. Sin embargo, un nuevo estudio de Harvard argumenta que comer estos alimentos podría estar causando enfermedades.
La investigación, publicada en Diabetes Journal, establece que la carne asada aumenta el riesgo de sufrir una serie de enfermedades, si bien todo depende del término en el que se deje cocinar la carne.
La carne bien cocida, al carbón, es más dañina de lo que se pensaba y aumenta las posibilidades de sufrir diabetes o cáncer. Independientemente de la cantidad ingerida, el estudio establece que las altas temperaturas de cocción son las culpables.
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