La pandemia del coronavirus en EU redujo la capacidad de los productores de carne del país y ha transformado la oferta de productos cárnicos.
Muchos comercios experimentan un déficit de carne y también abundan variedades especiales destinadas a aquellos con un mayor poder adquisitivo, informa Bloomberg.
Así, la producción de variedades de lujo como la carne de cerdo de raza, de res alimentada con pasto y el pollo de campo han experimentado un alza, mientras que las megaplantas operadas por Tyson Foods y Cargill producen un 40% menos de carne de res y cerdo convencional.
HISPANOS, LOS MÁS AFECTADOS
La causa de este desequilibrio puede estar en el golpe que ha asestado la crisis sanitaria a los trabajadores de estas fábricas, que a menudo provienen de familias de bajos recursos.
Alrededor del 44 % de ellos son hispanos, mientras que una cuarta parte son afroamericanos, dos de los grupos demográficos más vulnerables ante el covid-19.
Al menos 30 trabajadores del sector han muerto por coronavirus y más de 10.000 han sido infectados o expuestos al contagio en el país, según la Unión Internacional de Trabajadores del Comercio y de Alimentos, que señala que una treintena de fábricas han cerrado en algún momento en los últimos dos meses.
La mayor parte de esos cierres se produjo en plantas de gran tamaño.
PRECAUCIONES SANITARIAS
El impacto de la pandemia en la producción de carnes de variedades especiales es limitado, por algunas de las mismas razones que hacen más caros estos productos.
Los pequeños productores tienen menos empleados, que no se ven “atrapados en condiciones de trabajo de codo a codo procesando miles de animales cada día”.
El distanciamiento social resulta así más fácil y las empresas pueden cumplir más fácilmente con las precauciones sanitarias