La Cuarta Transformación (4T) prometió cambiar el rumbo del país con un ambicioso plan de obras y proyectos emblemáticos. Sin embargo, la realidad parece estar pintando un cuadro muy distinto. El reciente caos en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) pone de manifiesto una preocupación que se ha vuelto recurrente: las obras emblemáticas de esta administración están plagadas de problemas similares que desdibujan su presunta grandeza.
Un aguacero que exponencia la ineficiencia
En un episodio que deja mucho que desear, el AIFA, uno de los proyectos más emblemáticos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quedó bajo el agua después de las intensas lluvias que azotaron el Estado de México en las últimas horas. Las imágenes y videos compartidos en redes sociales muestran un panorama desolador: los accesos al aeropuerto se inundaron, con el bajopuente que conecta con la terminal de carga completamente anegado. La situación fue tan grave que se vio obligado a cerrar en ambos sentidos.
Así el paso al @aifaaero @SICTmx @SEDENAmx @GobiernoMX @lopezobrador_ @PartidoMorenaMx
Creo ganó el lago del #AIFA
El supuesto lago de Texcoco no una gota #NAICM pic.twitter.com/Mg4ogEtwcf— Ingeniero Supervisor (@ingsupervisor) July 26, 2024
De acuerdo con NMás, la inundación fue tan severa que incluso una subestación eléctrica en el área vio cómo el nivel del agua alcanzaba hasta 1.80 metros de altura en algunos puntos. Este no es un incidente aislado, sino una representación fiel de un patrón inquietante que se repite en otras obras de la 4T.
Problemas estructurales y logísticos
Este fiasco en el AIFA revela problemas estructurales y de planificación que no son exclusivos de este proyecto. La realidad es que muchas de las grandes obras de la Cuarta Transformación han enfrentado dificultades similares. Desde fallas en la infraestructura hasta problemas de gestión y operatividad, parece que la promesa de modernización y eficiencia se está convirtiendo en un espejismo.
Elementos de la Guardia Nacional han sido desplegados para hacer frente a la situación, trabajando arduamente para desazolvar los accesos al aeropuerto y proporcionar información a los conductores sobre rutas alternativas hacia la glorieta Felipe Ángeles. Sin embargo, la imagen de un aeropuerto, diseñado para ser un símbolo de progreso, atrapado en un mar de agua, genera dudas sobre la capacidad real del gobierno para ejecutar proyectos de infraestructura con eficacia y durabilidad.
Un síntoma de un problema más grande
El AIFA, con sus problemas evidentes, se suma a una lista creciente de obras emblemáticas que han fallado en cumplir con las expectativas. Desde el Tren Maya hasta la refinería de Dos Bocas, la tendencia es alarmante: las promesas de la Cuarta Transformación parecen tropezar con una realidad que no alcanza a reflejar la grandiosidad prometida.
Cada vez que se presentan estos problemas, surgen las mismas preguntas: ¿Cómo es posible que proyectos de tal magnitud y presupuesto enfrenten fallas tan básicas? ¿Qué mecanismos de supervisión y planificación están fallando? ¿Es este un reflejo de una falta de experiencia y previsión en la administración de proyectos de infraestructura?
El futuro de la cuarta transformación
El episodio del AIFA no solo es un recordatorio de los desafíos que enfrenta la administración actual, sino también una señal de advertencia para futuros proyectos. La Cuarta Transformación prometió un cambio radical, pero a medida que los problemas se acumulan, la capacidad del gobierno para llevar a cabo sus grandes obras con éxito está en tela de juicio.
Mientras tanto, los ciudadanos y las instituciones seguirán observando con atención el desenvolvimiento de estos proyectos. La administración debe responder con medidas concretas y soluciones efectivas para que no solo se pueda resolver el caos actual en el AIFA, sino también evitar que estos problemas se repitan en otras obras de gran envergadura. La pregunta es, ¿estamos viendo el principio de una serie de contratiempos que marcarán la era de la 4T, o es este simplemente un tropiezo temporal en un camino hacia el progreso prometido? Solo el tiempo lo dirá, pero lo que es indiscutible es que la Cuarta Transformación tiene mucho que demostrar.
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