El estado de ánimo de las personas es como una montaña de Rusia y se puede ver alterado a lo largo de nuestra existencia. Hay muchas teorías que tratan de explicar la vinculación entre las diferentes etapas de nuestra vida con los estados de desánimo, apatía o depresión. Los factores externos influyen pero no son el único motivo que nos llevan a sentirnos más o menos satisfechos.
Una investigación reciente afirma que nuestro nivel de satisfacción decae entre los 20 y los 30 años y toca fondo a los 40. Todo mejora cuando llegamos a los 50 y sigue una tendencia al alza hasta los 80, lo que se conoce como la curva de la felicidad. Se trata de una teoría desarrollada por el investigador norteamericano, Jonathan Rauch, que precisamente ha escrito un libro sobre este tema titulado La Curva de la Felicidad: Por qué la vida mejora después de los 50.
El autor ha elaborado esta teoría a partir de una serie de vivencias personales, datos de estudios y entrevistas a una serie de economistas, psicólogos y neurocientíficos. Entre sus conclusiones destacan que la edad suele trabajar a favor de la felicidad y que la crisis de la mediana edad no está motivada por ningún factor en concreto. El paso del tiempo es el único motivo, de acuerdo con la teoría de Jonathan Rauch.