Existen un montón de personas que no se explican por qué en agosto ya hay pan de muerto en los supermercados. Pero también se encuentran aquellos que creen que el mayor regalo del mundo es el adelantado.
Y así, el planeta se divide en dos tipos de personas, como las del ejemplo pasado o como aquellas que en cuanto pasa Día de Muertos, ya tienen todo listo para Navidad y después de la primera semana de noviembre, su casa ya parece una villa de Papá Noel.
Empero, si tú formas parte de este segundo grupo que no puede esperar más para sacar las esferas y el árbol, quizá no estés loco, sino que simplemente estés contento y seas una persona positiva.
Resulta que no esperar hasta diciembre puede hacer que te sientas más feliz y más conectado con tus recuerdos felices de la infancia.
Según el psicoanalista Steve McKeown, “en un mundo lleno de estrés y ansiedad, a la gente le gusta asociarse con cosas que los hacen felices y las decoraciones navideñas evocan esos fuertes sentimientos de la infancia”.
O sea, poner las decoraciones navideñas mucho antes de que llegue la fecha es igual a extender la emoción que sentías cuando eras más chico y que ahora te evoca toda la parafernalia decembrina.
Así que hay muchas razones buenas para que la Navidad llegue mucho antes a tu casa, aunque muchos te mal miren o hasta critiquen.