El portal Televisa News publicó un interesante reportaje donde habla sobre cómo se consiguió hacer la gota de agua mas pura del mundo, lo cual es muy difícil de hacer.
Dicho texto lleva el nombre de “La gota de agua más pura del mundo, ¿Cómo se creó y qué revela? “. El texto integro te lo dejamos aquí:
¿Has puesto atención a la publicidad de productos limpieza que aseguran eliminar el 99% de las impurezas?
Aunque se trate de comerciales, en algo sí tienen razón: no es posible conseguir que una superficie esté completamente limpia, aunque lo parezca.
Este es el tema que investiga Ulrike Diebold, profesora en el Instituto de Física Aplicada de Viena, Austria, quien condujo un experimento con el que dice haber creado una gota de agua tan pura que no deja ningún rastro sobre la superficie en la que cae.
Diebold le dijo a BBC Mundo:
“Incluso pequeñísimas cantidades de impurezas que se disuelven en el agua pueden adherirse a una superficie. Así, lo que en realidad estamos ‘viendo’ es la ‘suciedad’, en lugar de los átomos de la superficie”.
Diebold utiliza las palabras “viendo” y “suciedad” entre comillas debido a que se refiere a observaciones que realiza a nivel microscópico.
“Nos interesa descubrir cómo el agua interactúa con las superficies”, dice Diebold. “Podemos investigar qué pasa en la capa atómica más externa de un material”.
Agua ultrapura
Diebold y su equipo, eligieron como superficie el dióxido de titanio (TiO2), un material que se utiliza en superficies que se limpian solas, para realizar su prueba.
Ejemplo de ellos es, cuando a los espejos se les aplica una delgada capa de TiO2 para que no se empañen en el aire húmedo.
Estudios previos sugerían que al contacto con el agua el TiO2 cambiaba la estructura de su superficie.
Sin embargo, el experimento de Diebold, demostró que no se trató que la estructura hubiera cambiado, sino que en realidad estaban viendo una capa de moléculas que están en “cantidades espurias” en el aire.
¿Puede la desalinización ser la solución para la crisis mundial del agua?
Al hablar de “cantidades espurias”, Diebold se refiere a una molécula por cada mil millones de moléculas de aire.
“No es mucho, en absoluto, pero estas moléculas se disuelven en el agua y luego se adhieren a la superficie”, dice.
Para hacer la demostración de que el agua no altera el TiO2 sino que simplemente lo “ensucia”, Diebold y su equipo crearon “la gota de agua más pura del mundo”, es decir, una que no dejará ningún tipo de contaminación sobre la superficie en la que cae.
¿Cómo se creó?
La clave para crear esta gota ultrapura fue evitar que tuviera cualquier tipo de contacto con el aire.
Para lograrlo se introdujo vapor de agua purificada en una cámara de vacío. Dentro de esa cámara había un diminuto cono metálico enfriado a -140 °C.
De esa manera, el vapor dentro de la cámara de vacío se congela y forma un milimétrico témpano de hielo alrededor del cono que no ha estado en contacto con el aire.
Después, debajo del témpano pusieron una muestra de TiO2, que previamente también habían limpiado al vacío a una escala atómica.
El siguiente paso fue subir la temperatura para que el hielo se descongelara y se formara una gota de agua súper pura que cayó sobre la muestra.
Luego, removieron la gota de agua y ¿qué ocurrió?
“Nada”, dice Diebold. Justo lo que esperaban.
“La superficie se mantuvo atómicamente limpia. No había rastros de las moléculas que se acumulan cuando uno expone la superficie del dióxido de titanio a una gota de agua en el aire”.
¿Por qué la importancia?
Primero: Pese a lo bien que suena, no es sano beber esta agua ultrapura.
El agua potable debe contener ciertos minerales para que sea seguro tomarla, así que ésta solo sirve para propósitos de investigación.
Diebold añade un pequeño detalle: “Está dentro de una cámara de vacío, así que no es fácil alcanzarla”.
Esta revolucionaria invención provee de agua potable (sin electricidad) a miles de personas en Honduras.
“Estos resultados nos muestran lo cuidadosos que debemos ser al conducir este tipo de experimentos”, dice Diebold mediante un comunicado.
“Incluso pequeños rastros en el aire, que en realidad podrían considerarse insignificantes, a veces son decisivos”.
Para Ulrike Diebold este experimento permite aprender más sobre cómo el agua interactúa con los materiales, al mismo tiempo que podría ser útil para avanzar en las investigaciones sobre las propiedades del agua ultrapura y para qué podría ser utilizada.