Mouris Salloum George*
En palabras del clásico, la historia se produce una vez como tragedia y se repite como farsa.
Situémonos en 1907: en el mercado bursátil de Nueva York estalla el crack, detonado por el frenético trasiego de acciones de la United Copper Company. En cadena, numerosos bancos estadounidenses caen en bancarrota.
Un año antes, esclavizados mineros se declaran en huelga contra Cananea Consolidated Cooper Company.
Los remezones de la crisis financiera estadunidenses golpean la economía mexicana. El secretario de Hacienda es Yves Limantour. Tres años después cae la dictadura de Díaz.
El dictador había sido pródigo en concesiones a la inversión extranjera: minas, petróleo, ferrocarriles. Se había optado por el crecimiento de México hacia afuera.
En la década de los ochenta del siglo XX, la tecnocracia mexicana adopta una política económica similar a la de Los Científicos del porfiriato. Empieza con la desnacionalización de la banca. Sigue con los ferrocarriles.
Un siglo después del crack bursátil neoyorquino, en 2007 se reproduce la crisis financiera norteamericana. Se resquebraja la economía mexicana. Los estragos se extiende a 2018.
No obstante, durante la última década se siguen dando en racimo concesiones al capital extranjero: minería, petróleo, telecomunicaciones, fondos de retiro…
Los neoliberales pierden la Presidencia del 1 de julio. Se anuncia la cuarta transformación de México.
Se espera autocrítica y reflexión de los conductores del Estado mexicano. Es pedirle peras al olmo.
El jueves, el secretario de Hacienda, José Antonio González, amaneció de buen humor: promete que Peña Nieto entregará López Obrador finanzas sanas y en orden.
Es una condición que, en la transición presidencial, resulta imperativa para diseñar la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de 2019.
El escenario que pinta González no es el mejor posible: fuerte caída de los precios petroleros, recesión industrial en EU, incertidumbre de los mercados internacionales alrededor de la política monetaria; todo impacta la economía mexicana.
Consecuencia fatal del crecimiento hacia afuera. La historia se produce una vez como tragedia y se repite como farsa. ¿Cuándo entenderá la tecnocracia?
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.