A las 11 de la noche del 23 de abril de 2009 el Gobierno federal y la Secretaría de Salud declararon una emergencia sanitaria nacional, en la que se hizo un llamado para evitar salir de casa, debido a los brotes del virus de la influenza porcina, también llamada AH1N1.
Durante los siguientes 20 días los centros comerciales se vaciaron, se cerraron cines, restaurantes y hasta estadios de futbol, lo que generó pérdidas por 57 mil millones de pesos, equivalentes al 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con lo reportado en su momento por la Secretaría de Hacienda.
Lo que para muchos fueron pérdidas, para otros significó una oportunidad de negocio que, a 10 años de la llegada de esta pandemia, sigue en aumento, como es el caso de los productores de medicamentos genéricos para tratar esta enfermedad y los fabricantes de gel antibacterial que prácticamente se duplicaron.
En 2009, año en el que llegó la influenza AH1N1, había 109 firmas de gel antibacterial. Una década después ya son 215 las compañías dedicadas a producirlo, de acuerdo con Cosmos, plataforma de negocios B2B que enlaza proveedores y compradores.
“Hubo muchas empresas que hicieron mucho dinero en esas épocas, prácticamente de lo que producían el 90 por ciento se dedicó a sacar gel”, afirmó Enrique Martínez Moreno, vicepresidente del Instituto Farmacéutico.
Hasta el pasado 8 de abril, en México se han reportado 6 mil 518 casos que dieron positivo a la prueba de influenza y han fallecido 745 personas, de acuerdo con la Dirección General de Epidemiología (DGE).
En México, entre los principales productores de gel destacan US Cotton México, Glint de México y Gel Kleen.
US Cotton México, para Walmart
La empresa de origen estadounidense US Cotton México con su marca de gel Zuum Klin se vende en varios comercios, además de ser maquilador de este producto sanitizante para Medimart de Walmart, desde su única planta en Puebla.
“A raíz de la pandemia nuestras ventas aumentaron y la gente empezó a utilizar más este tipo de productos”, comentó José Luis Durán, gerente del área de calidad de la firma.
El gel antibacterial representa 19.3 por ciento de las ventas en su división de antisépticos y su temporada de demanda más fuerte es el invierno.
US Cotton tiene presencia en 18 países, incluido México, desde donde la producción de gel antibacterial también se exporta a Guatemala.
Glint, gel en el aire
Hace una década, cuando el brote de la influenza estaba en su apogeo, Glint de México llegó a vender mil 400 litros mensuales de gel antibacterial por cliente, mientras que actualmente comercializa entre 100 y 200 litros.
“El gel antibacterial lo vendimos por tambos de 200 litros y las empresas nos pedían hasta 7 tambos al mes”, reveló Jazmin Saucedo, encargada del área de ventas y compras de la empresa.
Incluso la firma innovó con un producto que desde máquinas de vapor esparcen gel antibacterial en el ambiente de estaciones del metro, restaurantes y corporativos.
Actualmente cuando se registran repuntes del brote de influenza sus clientes solicitan hasta un tambo de gel por mes, mientras que la media de pedidos es de un tambo cada dos meses.
La firma 100 por ciento mexicana, ubicada en Monterrey, tiene su foco de negocio en la venta de artículos de limpieza para corporativos, así como pequeñas firmas y locales.
Kleen entra a las escuelas
Para la firma mexicana Gel Kleen este producto aporta 8 por ciento de sus ventas cuando hay repuntes de influenza, mientras que cuando no se reportan brotes importantes, el artículo significa 5 por ciento de sus ingresos.
“El gel antibacterial es un producto que fabricamos desde la década de los 90, actualmente el gel antibacterial representa un 8 por ciento de nuestros ingresos (debido a los recientes brotes)”, compartió Antonio Nacif Said, director general de la firma.
El directivo mencionó que hoy en día existen dos temporadas de importancia para la demanda de sanitizante: el regreso a clases y la llegada del invierno.
Gel Kleen se dedica a la producción de artículos de limpieza y despachadores higienicos para el mercado doméstico e institucional, con una planta manufactura en Ciudad de México.
Oseltamivir dejó otro negocio
Hace una década el único proveedor del medicamento para tratar la influenza era el oseltamivir de Roche, pero en 2015 perdió la patente, lo que provocó que tres fabricantes de genéricos: Neolpharma, Serral y Liomont comenzarán a producir la versión hasta 56 por ciento más económica.
“Vimos que había una necesidad muy grande, porque en aquel año hubo un desabasto y queríamos ofrecer un producto a buen precio”, dijo Luz Astrea Ocampo, vicepresidenta comercial y nuevos negocios de Neolpharma .
A inicios del año el Gobierno compró 85 mil piezas de oseltamivir, de las cuales la tercera parte la abastecerá Neolpharma, y el resto lo entregará Serral y Liomont.