LA SITUACIÓN DEL DEUTSCHE BANK, RIESGO SISTÉMICO

LA SITUACIÓN DEL DEUTSCHE BANK, RIESGO SISTÉMICO

 

Por Mario Lettieri y Paolo Raimondi, desde Roma (MSIa Informa)

Las agendas de las recientes reuniones del presidente Barack Obama con la canciller Ángela Merkel y otros jefes de gobierno europeos han contemplado diversos temas, como el terrorismo, las sanciones contra Rusia y el futuro de la Unión Europea (UE).

Sin embargo, aparentemente, no se incluyó lo que tal vez, sea el ítem más preocupante, por lo menos a corto plazo: la crisis financiera y el papel central del Deutsche Bank (DB), una marca alemana que debería ser sinónimo de confiabilidad, pero que está involucrado en por lo menos 6 mil casos legales, incluyendo algunos realmente perturbadores.

Al mismo tiempo que Obama elogiaba a Merkel, se libraba una batalla interna en el DB en torno a lo que se diría a las agencias internacionales sobre sus responsabilidades en la manipulación de la tasa Libor (London Interbank Offered Rate) y de los precios de varios metales preciosos.

La Libor es la tasa de referencia para una infinidad de transacciones financieras en todo el mundo, en una gama que cubre desde las operaciones bancarias más simples hasta los más complejos derivados financieros.

MEGAESCÁNDALO DE MANIPULACIONES DE LA LIBOR

En 2012, el DB, junto con otros mega-bancos europeos y estadounidenses, fue agarrado a mitad de un mega-escándalo de manipulaciones de la Libor, pagando una multa a cambio del cierre de las investigaciones (tal y como ocurrió en los EUA, con la filial local del HSBC, agarrado con las manos en la masa en operaciones de lavado de dinero de carteles mexicanos de las drogas).

El Serious Fraud Office (SFO), órgano londinense que investiga fraudes corporativos, emitió recientemente, órdenes de prisión contra cinco ciudadanos europeos, de los cuales cuatro son altos funcionarios del DB, acusados de conspiración y fraude en manipulaciones de la Euribor, la tasa interbancaria del euro.

De igual manera, la Suprema Corte inglesa firmó postura contra el DB y otros bancos europeos, por intento de evasión de pago de impuestos sobre el pago de primas a directores gerentes, en forma de acciones de empresas creadas a propósito en paraísos fiscales.

Durante el año pasado, el mayor banco alemán pagó una multa de 2 500 millones de dólares para dar por terminado el caso de manipulación de la Libor, además de 258 millones de multas a autoridades de los EUA, por violar las sanciones estadounidenses contra países como Siria e Irak.

Vale observar que las acciones del DB cayeron 25% desde inicios de año, completado una caída del 40% en su valor. Para demostrar solidez en medio de la tempestad hace algunas semanas, el banco anunció la intención de recomprar cerca de 5 mil millones de euros de sus propias acciones en el mercado.

Sin embargo, el aspecto más explosivo sobre el DB es su condición de banco “sistémico” y, por lo tanto, peligroso para el esquema de las finanzas globales, en función del enorme tamaño de su portafolio de derivados de “ventanilla” (OTC), cuyo valor nominal es de 55 billones de euros -cerca de 20 veces el PIB alemán y casi seis veces el de toda la zona del euro. Es decir, es uno de los bancos del mundo más expuestos a las turbulencias financieras.

POTENCIALES PÉRDIDAS

Los temores de potenciales pérdidas están provocando temblores en todas las partes -gestores, inversionistas, clientes y, cosa no menor, gobiernos y bancos centrales. Tanto que algunos ya comienzan a comparar al DB con el malhadado Lehman Brothers, cuyo colapso, en 2008, desencadenó la crisis financiera global más devastadora de todos los tiempos, la cual todavía no ha sido resuelta.

Indiscutiblemente, el DB se encuentra en una crítica situación. Su deuda en circulación se aproxima a los 150 mil millones de euros. Se habla de por lo menos 32 mil millones de euros en activos altamente tóxicos y altísima capacidad de apalancamiento -títulos de difícil solvencia. Hay una montaña de obligaciones convertibles, en gran medida ya devaluadas, que, en caso de crisis, podrían ser convertidas en acciones utilizadas para los pagos necesarios exigidos por el nuevo sistema de “bail-in” (rescate interno entre los accionistas).

En verdad, así como en los casos de otros bancos “demasiado grandes para quebrar”, el problema de apalancamiento financiero es bastante relevante en el caso del Deutsche. Esta indica la proporción de capital propio del banco para cada euro de activos en posesión. Actualmente, el factor es de 20, es decir, el banco tiene 20 euros de activos -títulos de varios tipos, excluyendo los derivados OTC, que no se incluyen en los balances -para cada euro de capital propio. Como se sabe, cuanto mayor el factor de apalancamiento, mayor es el riesgo en caso de reducción del valor de los activos y, por consecuencia, el riesgo de pérdida del valor del propio banco.

Cuando se considera la gravedad de la situación del DB, es realmente extraño que Berlín pueda mantenerse como el único garante de la estabilidad europea y del pulso de sus políticas económicas. La UE e Italia, si estuvieran realmente preocupadas con su futuro y el crecimiento, no pueden seguir ignorando una situación tan grave, la cual puede desatar devastadores efectos sobre la economía europea y el sistema bancario y financiero.

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