El fabricante aeronáutico europeo Airbus voló por primera ocasión este jueves su nuevo avión de largo recorrido, el A330neo, con la ambición de superar a su competidor Boeing volviéndose “líder incluso en los jumbos”, según el número dos de la compañía.
Hoy, el estadounidense Boeing está dominando el mercado de los aviones comerciales de gran tamaño y capacidad de pasajeros con el 777 y el 787 Dreamliner.
“El lanzamiento del A330neo viene a completar a ese avión fantástico que es el A350”, para que Airbus, líder en el mercado de los aviones de un único pasillo, lo sea “incluso en los jumbos”, aseguró ante los periodistas el director general de Airbus, Fabrice Bregier.
Este jueves, para el primer vuelo de un Airbus A330neo, el avión se dio a la tarea de espegar a las 9:58 hora local del aeropuerto de Toulouse-Blagnac (sur de Francia), bajo los aplausos de unos cientos de personas allí reunidas.
Este aparato, que efectuó con éxito su vuelo de unas cuatro horas y media, fue lanzado en 2014 para responder a la competencia del 787 Dreamliner de Boeing.
Para ello, Airbus se dio a la tarea de repetir la receta que le valió el éxito del A320neo: el aparato está equipado con nuevos motores Rolls-Royce que deben permitirle reducir un 10% su consumo de carburante y 14 por ciento de sus costes de explotación.
Tiene también nuevas alas equipadas con dispositivos “sharklets” en composite para optimizar su aerodinámica y una cabina modernizada.
De acuerdo con el fabricante europeo, “los costes operacionales directos por asiento del A330neo serán inferiores en 15% a los del B787”.
El aparato, del que 12 clientes ya encargaron 212 ejemplares, se presenta en dos versiones, el A330-800 con 257 asientos y un radio de 7 mil 500 millas náuticas (unos 13 mil 900 km), y el A330-900 con 287 asientos y 6.550 mn (12.100 km). Estas versiones suceden a los actuales A330-200 y A330-300.
De a cuerdo Airbus, “el A330neo ofrece el nivel de flexibilidad necesario para acoger de 200 a 440 pasajeros si es necesario”.
El primer aparato debe ser entregado a la aerolínea portuguesa TAP durante el verano boreal de 2018.