China se dio a la tarea de lanzar hoy un satélite de retransmisión para establecer un enlace de comunicación entre la Tierra y la sonda lunar Cheng´e-4 que explorará la cara oculta de la Luna, informó la Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés).
El satélite, llamado Queqiao o Puente Magpie por un antiguo cuento popular chino, fue puesto en órbita por el cohete Larga Marcha 4C que despegó esta mañana desde el centro de lanzamiento de Xichang, en la provincia de Sichuan, en el suroeste del país, precisó la CNSA, citada por la agencia de noticias Xinhua.
“El lanzamiento es un paso clave para que China logre su objetivo de ser el primer país en enviar una sonda que explore la superficie de la cara oculta de la Luna”, dijo Zhang Lihua, supervisor del proyecto de la sonda espacial.
Según Zhang, el satélite facilitará las comunicaciones entre los controladores en tierra y la misión Chang´e-4, además la misión debe superar muchos desafíos, incluyendo múltiples ajustes en su órbita, frenar cerca de la Luna y aprovechar la gravedad lunar.
Según los científicos, las mareas de la Tierra han disminuido la rotación de la Luna hasta el punto de que el mismo lado siempre mira hacia la Tierra, un fenómeno llamado bloqueo de marea.
La otra cara, la mayor parte de la cual nunca es visible desde la Tierra, es el lado lejano o el lado oscuro de la Luna, no porque esté oscuro, sino porque la mayor parte permanece desconocido.
El satélite, que pesa unos 400 kilogramos y tiene una vida diseñada de tres años, lleva varias antenas: una, con forma de paraguas y un diámetro de cinco metros, es la antena de comunicación más grande utilizada en la exploración del espacio profundo.
El satélite de retransmisión también se encuentra equipado con un espectrómetro de radio de baja frecuencia desarrollado por científicos holandeses, que ayudará a los científicos a “escuchar” los alcances más profundos del cosmos.
China comenzará en 2019 la construcción de su estación espacial y aunque todavía no hay fecha ni programa para enviar una nave tripulada a la Luna, sí está previsto que el país envíe la sonda lunar Chang-E5 a finales de este año para tomar muestras.
Beijing realizó su primera misión tripulada al espacio en 2203, convirtiéndose en el tercer país después de Rusia y Estados Unidos en hacerlo.
Entre sus próximas misiones está el lanzamiento del módulo central de 20 toneladas para la estación Tiangong 2, que sigue en el espacio, además de componentes especializados para otro laboratorio espacial de 60 toneladas que está programado que comienza a funcionar en 2022.